Esta frase, la escuchaba frecuentemente cuando estaba estudiando teología, y era una forma hasta irónica para expresar la camaradería o las discusiones que teníamos y que se convertía en momentos de risa. Esta frase sirve también para expresar el sentimiento que corre por nuestras venas al escuchar que Febrero es el Mes del Amor, y que ahora por cuestiones mercadotécnicas han tenido que añadir la palabra Amistad porque quienes se encontraban más solos que un ermitaño, no participaban del jolgorio; pero sobre todo no participaban del sistema comercial que nos obliga a demostrar nuestro cariño, amor, o simplemente nuestra simpatía a través de un regalo, de una caja de chocolates o de una tarjeta con frases mecánicas a las cuales […]