El Señor no crea mundos de separaciones sino que acerca los corazones, y su presencia se ve reflejada en bendiciones. Tú, Señor, haz hecho alianza con mi pueblo, para ser el Dios de nuestras vidas, y ser esperanza en las fatigas. Tú, Señor, visitas las naciones para unir a los hombres separados entre ricos y pobres, negros y blancos, buenos y malos. Tú, Señor, te conviertes en camino a seguir por los perdidos y olvidados. Tú, Señor, caminas con los que no cuentan, marchas al lado de los marginados. Porque tú, Señor, eres senda caminada por los caminante