El Señor no crea mundos de separaciones
sino que acerca los corazones, y su presencia
se ve reflejada en bendiciones.
Tú, Señor, haz hecho alianza con mi pueblo,
para ser el Dios de nuestras vidas,
y ser esperanza en las fatigas.
Tú, Señor, visitas las naciones
para unir a los hombres separados
entre ricos y pobres,
negros y blancos, buenos y malos.
Tú, Señor, te conviertes en camino
a seguir por los perdidos y olvidados.
Tú, Señor, caminas con los que no cuentan,
marchas al lado de los marginados.
Porque tú, Señor, eres senda
caminada por los caminante