Madre, junto a ti nos sentimos fuertes y felices
ahuyenta de nosotros la ansiedad y los temores.
Madre, entra en nuestro corazón y acompáñanos
mientras vamos buscando una vida más digna.
Madre, enséñanos que esta vida es siempre
una partida, un desprendimiento y una ofrenda.
Madre, ayúdanos a comprender que para vivir
es necesario morir; y que para ser feliz hay que sufrir.
Madre, para los que partimos: sé camino y firmeza.
Para los que nos esperan:
sé consuelo, esperanza y serenidad.
Así sea.