¡Cómo que no puedes!, supongo que en muchas ocasiones hemos oído alguna vez esta expresión, incluso hemos sido nosotros, los que nos hemos apropiado de estas palabras y las hemos hecho nuestras. Me gusta mucho una frase del evangelio que dice así Cuando soy débil entonces soy fuerte 2Co 12, 10. En cierto modo, es una frase que me ayuda a ser consciente de que yo sola no me basto, que cuando creo que todo se derrumba es cuando la dulce caricia de Dios me protege, y que cuando digo que no puedo más, su ternura me convence de que merece la pena. Mis fuerzas se acaban, pero cuento con Dios, mi ilusión va desapareciendo, pero al encontrarme con su […]