¿Es una mera tradición “de nuestras abuelitas” o mucho más? No conozco una madre o un padre mexicanos con una angustia, dolor o alegría inconmensurable, que no recurra a la Virgen de Guadalupe como su primera o última carta de agradecimiento o de petición. Las fobias políticas, los desencuentros y hasta los vicios ceden ante la petición de intercesión de la madre de Dios. “Cuídamelo, Virgencita”, “ayúdale, Virgencita”, “gracias, Virgencita” son frases repetidas incesantemente por todo el suelo nacional, sin distingo de posiciones económicas, educativas, sociales, la Virgen de Guadalupe tiene para todos y reparte parejo, ése es parte de su encanto. Lo mismo es depositar el cuidado de la salud de un padre, madre, hermano o cualquier familiar que […]