El poder del testimonio Al amanecer del primero de junio de 1905, solemnidad de la Ascensión del Señor, nuestro santo Fundador puso fin a su extraordinaria experiencia terrenal. Han pasado muchos años, es decir 108, y, como ha sucedido en los tiempos de los apóstoles con Jesús, entre nosotros ya nadie puede decir: Yo lo vi o Yo lo conocí. La experiencia de la presencia deja lugar solamente al recuerdo. Sin embargo, los scalabrinianos vivimos, de alguna manera, de esa presencia, de ese recuerdo; de hecho, vivimos de su vida, de sus ideas, de su carisma, de su visión profética de la historia, de su testimonio .. Todas estas características contribuyeron para hacer de él una persona […]