Señor, ¡qué bueno es amarte! Oh, ¡qué bueno es serte fiel! ¡Qué bueno es en todo tiempo una alabanza tener! Quiero alabarte, adorarte en espíritu y verdad y así poder compartir tu amor con la humanidad. Es necesario entregarse sin reservas, mi Señor para poder conocer ese verdadero Amor. Aquel que Tú nos mostraste en aquella cruenta cruz manifestándolo al mundo en tu Hijo amado: JESUS. Perfeccióname, Dios mío; perfeccióname en tu amor para guardar siempre puro y santo mi corazón. Ese amor que es sufrido, que en vez de recibir, da; no se goza en la injusticia, mas se goza en la verdad. Aquel que no tiene envidia, no sabe de vanidad, todo lo cree y soporta, que es […]