«La Iglesia es la extensión de la Encarnación a lo largo de los siglos». Bien se dijo que la Iglesia no es más que la extensión moral de la Encarnación en el transcurso de los siglos. Y ya que en Cristo la humanidad y la divinidad, si bien distintas, están íntimamente unidas e inseparables, así la Iglesia, que lo representa, continúa su obra, produce sus mismos efectos sobrehumanos, es al mismo tiempo divina y humana. Más claramente: la Iglesia, que mirada en su fin es una sociedad espiritual, encaminada a la santificación y salud eterna de las almas, tiene empero también una parte material visible y externa, principalmente en razón de los miembros que la componen, los hombres, que no […]