Ese día el Paraíso estaba de fiesta. Por fin, luego de 33 largos años, el Hijo del buen Dios iba a retornar para siempre con ellos. Allá abajo, en la tierra, Jesucristo daba sus últimas instrucciones a los apóstoles y se despedía de ellos. Mientras tanto, en el Cielo reinaba una gran conmoción. Todos los angelitos se habían reunido en la puerta del Paraíso, para dar la bienvenida a aquel niñito que había bajado a la tierra hace 33 años y que ahora retornaba hecho un hombre. Todos se arremolinaban alrededor de Jesucristo para abrazarlo y preguntarle cómo le había ido. No podían faltar, por supuesto las cámaras de los noticiosos más importantes del Paraíso, que venían a cubrir el […]