COLONIA, domingo, 21 agosto 2005. Publicamos la homilía que pronunció Benedicto XVI este domingo en la misa de clausura de las Jornadas Mundiales de la Juventud, celebrada en la explanada Marienfield, junto a Colonia. [En alemán] Queridos jóvenes: Ante la sagrada Hostia, en la cual Jesús se ha hecho pan para nosotros, que interiormente sostiene y nutre nuestra vida (cf. Jn 6,35), hemos comenzado ayer tarde el camino interior de la adoración. En la Eucaristía la adoración debe llegar a ser unión. Con la Celebración eucarística nos encontramos en aquella «hora» de Jesús, de la cual habla el Evangelio de Juan. Mediante la Eucaristía, esta «hora» suya se convierte en nuestra hora, su presencia en medio de nosotros. Junto con […]