Se acerca el Día del Padre. Amado Hijo: El día que me veas viejo o que ya no sea el mismo: por favor, ten paciencia y compréndeme.Cuando sin querer derrame comida sobre mi camisa y olvide cómo atarme mis zapatos, tenme paciencia; recuerda las horas que pasé enseñándote a hacer las mismas cosas. Si cuando conversas conmigo, repito y repito las mismas palabras y sabes de sobra como termina, no me interrumpas y escúchame. Cuando eras pequeño, para que te durmieras, tuve que contarte miles de veces el mismo cuento hasta que cerrabas los ojitos. Cuando estemos reunidos y sin querer, no contenga mis necesidades, no te averguences y comprende que no tengo la culpa de ello, pues ya no […]