Beber alcohol no es algo que deba tomarse a la ligera, pero echarse unas chelas con los cuates, puede ayudar a formar un vínculo amistoso, sobre todo entre los jóvenes. La onda de ir a divertirse con los amigos, en ocasiones, implica tomar unos “tragos coquetos” para después de un rato pasar al lado divertido que va con juegos como “caricachupas” o “el abuelo”; ingerir alcohol no necesariamente significa ponerse “hasta atrás”, sino ser escuchados y construir una amistad en un grupo grande de amigos. No siempre es necesario que haya vodka, tequila, whisky, mezcal, cerveza, ron o lo que sea para que haya risas y buenos ratos, pues además de causar enfermedades, los valores familiares no aceptan al alcohol […]