Para muchas personas, la autoestima solamente depende de los logros y metas alcanzados, con independencia de las cualidades y peculiaridades de cada uno. Valorar la autoestima sólo por lo externo, a pesar de ser un punto de vista parcial, está cada vez más en boga: vales por lo que tienes, por lo que aparentas. No importa en realidad lo que eres. Quizá por eso, con frecuencia, la autoestima aparece “sobreestimada”, y es cada vez más difícil de lograr. En un ambiente así, son los adolescentes quienes -quizá- lo tienen más difícil, ya que por definición, no se conocen a sí mismos, y dependen de los valores que se les presentan para poder juzgar lo correcto o incorrecto de sus actuaciones. […]