Analizará el Consejo Municipal el próximo lunes la opción de anular la ordenanza que prohíbe la cohabitación de familiares no inmediatos como tíos y primos en una casa a fin de evitar el hacinamiento.
Washington
Jueves 5 de enero de 2006
09:19 La ciudad de Manassas, Virginia, suspendió la aplicación de una ordenanza considerada antiinmigrante que prohíbe la cohabitación de familiares no inmediatos como tíos y primos en una casa a fin de evitar el hacinamiento.
El Consejo Municipal analizará el próximo lunes la opción de anular la ordenanza adoptada en diciembre pasado, que afectaba en especial a residentes latinos y fue criticada por grupos de derechos civiles como la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU).
El administrador de la ciudad, Steven Randolph, dijo que su responsabilidad es proteger la seguridad, salud y bienestar de los ciudadanos, pero deben cumplir con las leyes estatales y federales para evitar medidas arbitrarias, destacó The Washington Post.
Según la medida, los padres, abuelos, hijos, nietos y hermanos pueden vivir en una casa, pero no los tíos, primos, bisabuelos o bisnietos, porque no son considerados familia y solamente a uno se le permite vivir bajo el mismo techo.
La ACLU de Virginia informó que planea iniciar una acción legal contra la ordenanza al considerarla como una violación a la Constitución y una herramienta para atacar a las familias sobre la base de su nacionalidad.
Nadie está diciendo que por cuestiones de salud y seguridad Manassas no puede razonablemente regular el número de personas que viven juntas, dijo el director de la ACLU en Virginia, Kent Willis.
Pero el gobierno no tiene el derecho de decirme que mi tía o sobrino no puede vivir bajo el mismo techo conmigo , apuntó Willis, quien consideró la ordenanza como un ataque frontal no solo contra las familias, sino contra las minorías.
Agregó que bajo el pretexto de luchar contra los inmigrantes ilegales, la Ciudad de Manassas ha declarado la guerra a la población latina, que está sufriendo el impacto de la ordenanza.
El decreto municipal cambió la definición de familia en Manassas al restringir la cohabitación a familiares inmediatos, incluso si el número total estaba por debajo del límite legal para vivir en una casa.
La ordenanza se aplicaba principalmente contra residentes de la creciente población latina, en su mayor parte inmigrantes que viven con familiares para cubrir los costos de vivienda.
El Post señaló que por escrito la medida combatía el hacinamiento, pero funcionarios electos como Randolph buscaban usarla contra inmigrantes indocumentados en asuntos como estacionamiento, presupuesto escolar y servicios sociales.
El centro de derechos civiles, Equal Rights Center, ha pedido que el Departamento de Justicia investigue posibles violaciones a la ley federal de Vivienda Justa.
Manassas es una ciudad aledaña a Washington donde habita un amplio número de hispanos, incluidos mexicanos del estado de Hidalgo.
Fuente/Autor: El Universal online