La mayoría de la población mexicana oscila entre los 18 y 28 años de edad, que además de elegir al próximo presidente tendrá una participación importante en las mesas de casilla.
Jueves 9 de febrero de 2006
La población juvenil de México no sólo podría decidir quién será el próximo presidente de la República, por ser mayoría en el padrón electoral, sino que también vigilará el proceso. Tendrá mayor presencia porque una tercera parte de los funcionarios de casilla entre presidentes, secretarios y escrutadores serán jóvenes de entre 18 y 28 años de edad.
El Instituto Federal Electoral (IFE) los elegirá después de sortear un mes del año y una letra para que todos los nacidos en ese mes y que su apellido paterno comience con la letra elegida asistan el día de los comicios a las más de 134 mil casillas de todo el país. El IFE ya elaboró su primer sorteo en que se eligió el mes de enero; la selección de la letra será en marzo y quienes cumplan con estas características serán visitados en su domicilio por un capacitador del IFE que seguramente será un joven porque 58% de ellos tienen entre 18 y 28 años.
Hugo Concha, director ejecutivo de capacitación y educación cívica del IFE, explica que participar en la elección presidencial como funcionario de casilla constituye el detonador fundamental de la ciudadanización en la organización de las elecciones en México, la cual tiene dos componentes centrales: la participación de los votantes el día de la elección y la vigilancia de las casillas electorales, el cómputo y escrutinio de los votos de los ciudadanos.
Explica que es obligatorio para los ciudadanos mexicanos participar como funcionarios de casilla, ya que así lo establece la Constitución. “No se castiga con nada, simplemente se trata de convencer para que asistan. Sólo se puede salvar quien trabaje o compruebe que está enfermo e incapacitado para participar”.
Afirma que no se paga ningún sueldo por dicha actividad. “Sólo se proporciona una ayuda económica para los gastos de alimentación el día de la jornada electoral.”
Concha precisa que los jóvenes al igual que los adultos muchas veces se niegan a participar, pero el IFE hace todo lo posible para convencerlos de que es importante su cooperación y hasta 90% logra que el ciudadano elegido realice su labor.
Aclara que se eligen a 2 millones y medio de ciudadanos aunque sólo se ocupan menos de un millón de ellos. “Lo hacemos para tener suplentes y que el día de la elección no fallen”. Agrega que en este proceso electoral se respetará el criterio de insacular a 10% de los ciudadanos que conforman las 62 mil 280 secciones del Listado Nominal de Electores y que en su mayoría son población joven. “Eso da un estimado de siete millones 300 mil ciudadanos sorteados, de los cuales 940 mil 611 serán funcionarios de casilla el día de la elección”.
Capacitación
Después de ser sorteadas, las personas elegidas recibirán una carta de aviso donde se les invitará a participar en el curso de capacitación que el IFE imparte, el cual que dura unas cuatro horas y se divide en cuatro sesiones: la primera es la visita donde se le informa que fue elegido. En la segunda se le explica cuáles son las funciones de un funcionario de casilla, ambas son en su domicilio. En la tercera se le enseña paso por paso el proceso que se llevará a cabo el día de la elección y la cuarta es un ensayo general.
Serán siete ciudadanos los que formen cada casilla: un presidente de casilla, un secretario, dos escrutadores y tres suplentes generales.
Según el plan, en la primera semana de marzo el Consejo General del IFE sorteará las 29 letras que comprende el alfabeto, a fin de obtener una a partir de la cual y con base en el apellido paterno se realizarán las insaculaciones, se notificará y capacitará en orden de prelación a los funcionarios de casilla. A partir de ello se tomará de la lista al primer ciudadano, ubicando geográficamente a los cinco ciudadanos cuyo domicilio sea más cercano a éste, siempre y cuando se trate de la misma localidad (zona rural), manzana (zona urbana) y calle, ocupando el lugar consecutivo en el listado por orden de prelación alfabético-geográfico.
¿Cuáles son sus funciones?
Su responsabilidad es armar e instalar las casillas para que funcionen a las 8:00 de la mañana, retirar la propaganda electoral, si la hubiera, contar antes del inicio de la votación las boletas electorales recibidas, comprobar que el nombre del elector de la credencial para votar también aparezca en la lista nominal.
Entregar las boletas, marcar la credencial, entintar el pulgar de quienes ya votaron, recibir la votación, inutilizar las boletas sobrantes con dos rayas diagonales. Al término de la jornada contar las boletas depositadas en cada urna y el número de electores que votaron. Clasificar y contar los votos de los electores, con la ayuda de los representantes de los partidos políticos, y llenar las actas. Colocar en un lugar visible un cartel con los resultados, llenar la “Constancia de clausura de casilla” y llevar al Consejo Distrital la documentación.
Fuente/Autor: CINTHYA SÁNCHEZ /El universal online