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800.000 personas corren el riesgo de morir de hambre

Este Jueves cumple años Hermilo Cortés Solís. Ver en la sección de Cumpleaños.

Más de a causa de las inundaciones; la Iglesia se moviliza para llevar ayuda a las poblaciones afectadas.

Bujumbura , Burundi.

La Iglesia se ha movilizado para llevar ayuda a las poblaciones afectadas por las graves inundaciones que están afectando a Burundi. “Desde la Conferencia Episcopal a Caritas Burundi hasta la más pequeña de las parroquias, todas las realidades de la Iglesia católica trabajan activamente en la labor de socorro” dicen a la Agencia Fides fuentes de la Iglesia local. En particular “Las parroquias han abierto las puertas de sus locales a las personas que han perdido su casa. Se trata de millares de personas, familias enteras, que han perdido todo en poco tiempo.”

Son 7 de 19 las provincias principalmente golpeadas por la furia de las aguas: Muramzya, Bubanza, Karuzi, Kayanza, Cimbtoke, Ngonzi, Ruyigi. El gobierno ha decretado el estado de emergencia y ha pedido ayuda a la comunidad internacional, se ha invitado al cuerpo diplomático a visitar algunas de las zonas dañadas de las lluvias. “El gobierno está procediendo al análisis de los daños por realizar luego peticiones especificasa la comunidad internacional” dicen las fuentes de Fides.

Según el Programa Alimenticio Mundial (PAM) las aluviones de las últimas semanas en Burundi podrían provocar una grave crisis alimentaria a más de 800.000 personas. “El riesgo es serio”, ha dicho el portavoz del PAM en el País, Guillaume Folliot, “las fuertes lluvias y el desbordamiento de los ríos han destruido entre el 50 y el 80 por ciento de los cultivos”. Hasta hoy el Programa alimenticio mundial ha distribuido comida y bienes de primera necesidad a unas 400.000 personas y ha pedido 20 millones de euros para las víctimas. El número de desplazados ha dramáticamente en los últimos días y ha alcanzado la cuota de 23.000.

Las aluviones llegan después de un fuerte período de sequía, que ya había comprometido seriamente la cosecha agrícola y había provocado serios daños a la agricultura
“La impresión es que estos fenómenos son una consecuencia del calentamiento global de la atmósfera, pero agrava aún más la situación la falta de infraestructuras para el control y la gestión de las aguas, sea para hacer frente a los períodos de sequía sea para limitar lo más posible los daños de las inundaciones. Pero para realizar esto hacen falta inversiones a largo plazo que el País no puede conseguir si no es con la ayuda de la comunidad internacional”.

Fuente/Autor: Fides