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Se divorciaron mis papás ¿y ahora?, ¿para dónde me hago?

El divorcio es la disolución legal del matrimonio y en los últimos años ha aumentado considerablemente en México; son pocos los padres que se preocupan por el bienestar de los hijos durante el proceso, pero ¿cómo hacerlo?

Los problemas en un matrimonio son normales, pero cuando hay “diferencias irreconciliables” la situación va más allá de que tus papás no se hablen por algunos días.
El divorcio es la disolución legal del matrimonio y en los últimos años ha aumentado considerablemente en México, sin embargo, son pocos los padres que se preocupan por el bienestar de los hijos durante el proceso.

Al respecto, la psicóloga Irma Escamilla hace esta recomendación para evitar el daño a los hijos: “Previamente se debe informar a los hijos sobre lo que está sucediendo, pues de antemano se dan cuenta de que la situación conyugal no anda bien, que la relación de familia no es la correcta”.

Pff, llega la mala noticia.

Sí, los héroes de nuestra infancia se separan. Casi como un rumor salido de una serie animada, hay señales en casa que indican los problemas que hay entre nuestros papás. De pronto, llega la confirmación y, en algunos casos, el mundo se nos viene abajo, la depresión se hace presente.

La rebeldía suele ser un efecto de la mala noticia, es el desafío a la autoridad de los padres, pero siempre hay cabida para la razón y la precaución. En esos momentos, la madurez es un factor clave, aunque, claro, la edad también definirá como tomamos la separación de nuestros padres; sin duda, habrá tristeza y es cuando los papás deben de entrar “al quite” para aclarar que aunque venga una separación, mantienen una responsabilidad conjunta.
Sobre lo anterior, Escamilla afirma: “Todo comportamiento va a depender del manejo que se le dé a esto, porque si primero se habló con ellos (los hijos), va a depender también de qué edad tienen el cómo lo van a asumir” .

¿Nueva mamá o papá?

Cuando por fin parece que las cosas van mejor, alguno de los papás comienza a salir con alguien, puede que haya pasado poco o mucho tiempo desde la separación.
Es entonces cuando llegan ciertos celos y enojo por un “nuevo miembro” en la familia. Y es que ni siquiera es un familiar tal cual, pues no viene a sustituir a un papá o mamá, pero debemos entender que papá o mamá tienen derecho a retomar su vida amorosa.
Tal vez, la convivencia con ese desconocid@ sea difícil, aburrida e incluso indeseable, pero tenemos que hacer lo posible para hacer sentir bien a nuestros padres, aclarándoles que lo hacemos por ellos y por llevar la fiesta en paz.

¿Estragos?

Independientemente de la situación que haya provocado el divorcio o la separación de nuestros padres, no hay algo que nos garantice que no nos va a pasar cuando decidamos unirnos con alguien. Hay que pensar siempre en hacer bien las cosas y no hacer acciones que molesten a nuestra pareja.
Un consejo es mantener comunicación constante con los padres, expresar que nos gusta o disgusta del proceso y jamás permitir ser usados para favorecer a alguno de los dos.

¿Es tan grave en México?

Cuando los papás se divorcian podemos pensar “esto solamente me pasa a mí”, pero no es así y para prueba basta decir que 72 mil 390 parejas se divorciaron en 2006, cuyo 20.7% tenían entre 10 y 15 años de matrimonio.

Tú, ¿te has enfrentado a un proceso del tipo?, ¿cómo lo sobrellevaste?

Fuente/Autor: Sinuhé