“La Biblia se vuelve más y más bella en la medida en que uno la comprende.”

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Salmo para los días grises

27 de enero de 2020

Sabemos que los salmos son oraciones inspiradas por Dios y transcritas por los israelitas, que como todo ser humano, tiene momentos buenos y otros de tribulación. El salmo 12 está compuesto en un momento de gran dificultad del autor:

¿Hasta cuándo, Señor, seguirás olvidándome?
¿Hasta cuándo me esconderás tu rostro?
¿Hasta cuándo he de estar preocupado,
con el corazón apenado todo el día?
¿Hasta cuándo va a triunfar mi enemigo?
Atiende y respóndeme, Señor Dios mío,
da luz a mis ojos,
para que no me duerma en la muerte;
para que no diga mi enemigo: “Le he podido”.
Ni se alegre mi adversario de mi fracaso.
Porque yo confío en tu misericordia:
alegra mi corazón con tu auxilio,
y cantaré al Señor por el bien que me ha hecho.

Con la insistencia, por cuatro veces consecutivas, de su grito: “¿Hasta cuándo Señor, seguirás olvidándome?”, se supone la fuerte angustia de este pobre que se siente abandonado en su desgracia. Es un interrogatorio directo y categórico hacia Dios que no responde a su súplica. Parece que Dios se ha hecho insensible a su dolor.

Este es el grito de la humanidad sufriente en tantas partes del mundo donde miles de seres esperan contra toda esperanza, y un alivio a su situación de indigencia y opresión sin que hallen respuesta. ¿Dónde está el Dios que dijo a Moisés que el clamor de los israelitas esclavos en Egipto había llegado hasta Él?

El dolor humano es un misterio profundo al que sólo nos resta quedarnos en silencio ante Dios. Cuando Job se enfrenta a Dios, pues se siente inocente y no merecedor de las desgracias que está sufriendo, Yahvé le responde con una serie de preguntas a las cuales el pobre Job se ve incapaz de responder y termina por decir que ha hablado insensatamente. Los caminos del Señor son incompresibles, con su gracia podemos vislumbrar que lo que parece un mal puede ser a la larga un bien para nosotros por esta razón siempre hay que pedir a Dios que nos dé la capacidad de confiar en Él aún en medio de las situaciones más adversas de la vida.

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