Oh Jesús, te pedimos por todos aquellos que andan de camino,
lejos de su tierra y viven la experiencia de la migración.
Ellos son hermanos nuestros
que buscan encontrar un trabajo
que asegure el sustento de sus familias.
Tú mismo te identificas con ellos,
ya que te fuiste a Egipto,
junto con tu Madre María y con José.
Ellos necesitan, además del pan material,
de tu Palabra de vida,
para no perder los valores de su cultura
y de su fe.
¡Oh Jesús! Bendice a los migrantes,
guárdalos junto a tu corazón
y llena sus vidas con el amor de Dios.
Bendice también a los misioneros de san Carlos,
para que a ejemplo de su fundador,
el Beato Juan Bautista Scalabrini,
sirvan con fidelidad y amor a los migrantes
y refugiados del mundo.
Que como peregrinos de la Iglesia de Dios,
donde nadie es extranjero,
podamos alcanzar la justicia
y la paz en esta tierra, caminando hacia la patria celestial.
Amén.