Reír es correr el riesgo de parecer tonto.
Llorar es arriesgarse a parecer sentimental.
Acercarse a otro ser es arriesgarse a comprometerse.
Mostrar emoción es arriesgarse a que te conozcan.
Someter a la gente tus ideas y sueños,
es ponerlos en riesgo.
Amar es correr el riesgo de no ser correspondido.
Vivir es arriesgarse a morir.
En toda esperanza hay el riesgo de la desesperación.
En todo intento, el riesgo es fracasar.
Pero los riesgos se han de tomar.
Por que el mayor peligro en esta vida,
es no arriesgar nada.
Porque el que nada arriesga,
nada hace…nada tiene…nada es.
Tal vez pueda ahorrarse el sufrimiento y dolor,
pero a fin de cuentas, no puede aprender, ni sentir,
ni cambiar, ni crecer, ni amar, ni vivir.
Encadenado por las certidumbres será un esclavo,
sacrificara el ser libre.
Sólo arriesgando se consagra la libertad.
Amén.