“La Biblia se vuelve más y más bella en la medida en que uno la comprende.”

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NOVENO ANIVERSARIO DE LA BEATIFICACIÓN DE JUAN BAUTISTA SCALABRINI

27 de enero de 2020

Este Jueves 9 de Noviembre los Misioneros y Misioneras de San Carlos celebramos con inmensa alegría el Noveno Aniversario de la Beatificación de nuestro Fundador.

Los que estuvimos presentes en Plaza San Pedro en Roma aquel domingo de Noviembre de hace nueve años, recordamos con emoción las palabras de Juan Pablo II, que presentaba a Juan Bautista Scalabrini como modelo a imitar y santo a invocar.

Esta fueron las palabras del Papa:
Juan Bautista Scalabrini sintió y vivió constantemente la vocación universal a la santidad. Le gustaba repetir: «¡Ojalá pudiera santificarme y santificar a todas las almas que se me han encomendado!». Anhelar la santidad y proponerla a cuantos encontraba fue siempre su primera preocupación. Profundamente enamorado de Dios y extraordinariamente devoto de la Eucaristía, supo traducir la contemplación de Dios y de su misterio en una intensa acción apostólica y misionera, haciéndose todo para todos a fin de anunciar el Evangelio.
Su ardiente pasión por el reino de Dios hizo que fuera celoso en la catequesis, en las actividades pastorales y en la acción caritativa, especialmente con los más necesitados. El Papa Pío XI lo definió el Apóstol del catecismo por el empeño con el que promovió en todas las parroquias la enseñanza metódica de la doctrina de la Iglesia, tanto para los niños como para los adultos.
Por su amor a los pobres y, en particular, a los inmigrantes, se hizo apóstol de sus numerosos compatriotas obligados a expatriar, a menudo en condiciones difíciles y con el peligro concreto de perder su fe: para ellos fue padre y guía seguro.
Podemos decir que el beato Juan Bautista Scalabrini vivió intensamente el misterio pascual no a través del martirio sino sirviendo a Cristo pobre y crucificado en los numerosos necesitados y personas que sufrían, a quienes amó con predilección en su corazón de auténtico pastor solidario con su propia grey.”

Agradecidos con el Señor por el regalo de Juan Bautista Scalabrini, nos comprometemos para que se haga realidad su sueño:
Llevar dondequiera haya un Migrante el consuelo de la fe y la sonrisa de su tierra.

En la foto – Los Restos del Beato Juan Bautista Scalabrini en su monumento en la Catedral de Piacenza, Italia.

Fuente/Autor: Comité de Redacción – Seminario San Carlos – Guadalajara, Jal.

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