Mundo Misionero Migrante

Los Obispos piden nuevamente una reforma de las leyes migratorias

del país en el primer aniversario de la redada masiva de inmigrantes en Iowa que dejó un gran sufrimiento y división.

Washington, Estados Unidos

Para conmemorar el primer aniversario de la redada masiva de inmigrantes en una planta en Postville, Iowa, que tiene lugar hoy, 12 de mayo, Mons. John C. Western, Presidente del Comité de Obispos para Asuntos Migratorios, hizo público un comunicado recordando el costo humanitario de tales acciones y realizó de nuevo un llamamiento a favor de la reforma de las leyes inmigratorias del país.

“Desde que esta acción ocurriera – afirma Mons. Western en el comunicado – otras redadas de mayor magnitud han sucedido, pero el precedente sentado en Postville y la respuesta compasiva de esta pequeña comunidad en Iowa y de las comunidades de fe subrayan el costo humanitario de las redadas de inmigrantes en los centros de trabajo así como la necesidad de una reforma de las leyes inmigratorias de nuestro país”.

Ante esta situación Mons. Western en unión con todos los Obispos católicos del país recuerdan que ciertamente el gobierno tiene el derecho y la responsabilidad de hacer cumplir las leyes pero a la vez consideran que “las redadas en los lugares de trabajo no resuelven el desafío de la inmigración ilegal”. Por el contrario, “llevan a la separación de familias estadounidenses y a la destrucción de las comunidades inmigrantes”. De hecho la redada en Iowa “dejó como resultado la separación familiar, un gran sufrimiento, la negación del derecho a un proceso legal debido y la división de la comunidad”.

“Nuestra respuesta, religiosa y social, ante tal daño a la dignidad dada por Dios está basada en las Escrituras – continua el Presidente del Comité de Obispos para Asuntos Migratorios – las cuales hacen un llamado a los creyentes a dar la bienvenida al recién llegado en nuestro medio, a tratar al extranjero con respeto y caridad, y a proporcionar asistencia humanitaria y pastoral a las personas y a sus familias”. Por el contrario la acción del año pasado en Postville es un hecho perturbador que debe llevar a tomar conciencia de “la necesidad de reparar las deficientes políticas inmigratorias en el país”

concluye el Obispo su mensaje con un llamamiento a todos los católicos, a otras comunidades de fe y a las personas de buena voluntad a “que oren por todos aquellos que fueron afectados por la redada del 12 de mayo de 2008 en Postville y que trabajen por una reforma integral de las leyes inmigratorias, para que otros no tengan que enfrentarse al mismo dolor y crueldad en el futuro”.

Fuente/Autor: Agencia Fides