De los Escritos de J.B. Scalabrini.
Diremos a todos: sean firmes, sean intrépidos, sean tenaces al sostener y al defender los sacrosantos derechos de la Iglesia y de su augusto Jefe, pero siempre, como prescribe León XIII, con esa templanza de modos y de lenguaje, que no sacan, sino agregan fuerza al derecho y a la verdad y la hacen accesible a las mentes más reacias.
Si nosotros insistimos tanto sobre este punto, es porque desdichadamente estamos en tiempos en los cuales también las máximas más elementales del cristianismo son falseadas o descuidadas por muchos y, por lo tanto, no se repiten nunca lo suficiente. Por lo tanto, que nuestra fortaleza sea hecha amable por la prudencia y por la caridad y la prudencia y la caridad reciban eficacia de la fortaleza: Resistite fortes in fide!
Fuertes en la verdad, fuertes en la caridad, fuertes también en la unidad, que es complemento y efecto de la caridad. ¡Unidad! es ésta la última recomendación que nos ha hecho el Santo Padre con el lenguaje más cálido y afectuoso y es también ésta la recomendación que en Su nombre les hacemos también nosotros con todo el ardor de nuestra alma: ¡Unidad! Unidad de mente, unidad de corazón, unidad de obras. En los tiempos tan difíciles que atravesamos, nosotros no podríamos sostenernos sino permaneciendo unidos y compactos y no debe haber sacrificio de opiniones que no debamos hacer para mantener esta unidad, en la cual está únicamente el secreto de la victoria.
Por su retorno desde Roma – Piacenza 1882
Fuente/Autor: Una Voz Viva