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Mundo Misionero Migrante

Fidelidad al Evangelio y a los migrantes

27 de enero de 2020

El proyecto inicia por la necesidad de la Iglesia de solidarizarse con la población víctima del conflicto armado interno.

Una de las mejores formas de transmitir valores, es a través de la solidaridad. La Iglesia Católica ha sido solidaria con muchas personas alrededor del mundo, de la misma forma en que Cristo lo hizo.
Claro ejemplo de solidaridad, es la Pastoral de Movilidad Humana de la Conferencia Episcopal de Guatemala (PMHCEG), ya que desde finales de la década de los 80, viene apoyando a los retornados del exilio y/o del refugio, deportados y migrantes, que están de paso por nuestro país y van rumbo a Estados Unidos.

El proyecto inicia por la necesidad de la Iglesia de solidarizarse con la población victima del conflicto armado interno. Para ello, en 1989 en coordinación con la Comisión Católica Internacional para las Migraciones (CCIM), crea una oficina para la atención a refugiados, retornados, desplazados y deportados. Es así como surge la Pastoral de Movilidad Humana de la Conferencia Episcopal de Guatemala, esto permitió brindar asistencia y acompañamiento a los refugiados en México.
Uno de los primeros trabajos de la PMHCEG, es en 1991, para facilitar el retorno de muchos desplazados en México por el conflicto armado. Es allí cuando surge la instancia mediadora conformada por representantes de organizaciones nacionales e internacionales, de la cual la Pastoral acompaña como representante de la Iglesia Católica, con el objetivo de mediar ante el gobierno. En ese año empieza el proceso de retorno de manera colectiva y ordenada.
En 1992, se instaura la instancia verificadora con el objetivo de cotejar el proceso de retorno de los refugiados, y el asentamiento definitivo de los refugiados de Guatemala. La Pastoral de la Movilidad Humana jugó un papel importante en el proceso de retorno.
De 1992 a 1996, se inició un proceso de acompañamiento a los retornados asentados en distintas regiones del país, dándoles apoyo espiritual y verificación de las condiciones para la mejora de la calidad de vida en sus nuevos hogares.
Luego de la firma de los Acuerdos de Paz en 1996, se inició una atención al fenómeno de la migración, no limitada únicamente a los refugiados y retornados, sino que se incluyen a los transmigrantes, inmigrantes y deportados de México y Estados Unidos.
Es así como se inicia un trabajo enfocado a la atención humanitaria, a través de las Casas del Migrante de la Ciudad Capital de Guatemala y en la ciudad fronteriza con México, Tecún Umán, en el Departamento de San Marcos.
Alrededor de 1997, la PMHCEG empieza a hacer un trabajo de sensibilización, por medio de talleres, boletines, afiches, actividades como Celebración del día Nacional del Migrante y Viacrucis del Migrante. También se desarrollan labores de incidencia política para una adecuada atención a las migraciones.
A lo largo de su historia, la PMHCEG ha tenido varios Obispos que la han presidido, siendo el primero Monseñor Jorge Mario Ávila del Águila, quien la dirigió por 4 años de 1990 a 1993. Luego de 1994 a 1995 Mons. Gerardo Flores; de 1996 a 1999 Mons. Mario Enrique Ríos; de 2000 a 2003 Mons. Álvaro L. Ramazzini; de 2004 a 2007 Mons. Rodolfo Bobadilla Matta y desde 2008 hasta hoy, Mons. Álvaro L. Ramazzini.

En la actualidad, las Casas del Migrante de Tecún Umán San Marcos y de la Ciudad de Guatemala, son dirigidas por los Sacerdotes escalabrinianos, que además de esas dos, tienen en México y Estados Unidos.

Como toda Institución seria, la PMHCEG, se fundamenta sobre los siguientes valores:
a) .
b) La defensa de los Derechos Humanos.
c) La solidaridad camino de la construcción de la justicia, verdad y la paz.
d) Luchar para que las leyes migratorias no criminalicen el fenómeno migratorio.
e) Concienciar la población para que respete a los migrantes.
En la actual realidad de nuestro país, los politiqueros utilizan la palabra solidaridad, para ganar adeptos, gastando y desvirtuando así, lo que realmente significa y sobre todo se practica. El caso de la Pastoral de Movilidad Humana de la Conferencia Episcopal, es un claro ejemplo de practicarla, porque a través de 20 años ha venido acompañando a las personas que dejan su tierra por distintas razones, la mayoría, por injusticias.

Fuente/Autor: Escrito por Pastoral de la Movilidad Humana de Guatemala

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