Y la necesidad de llegar a la plena reconciliación.
CIUDAD DEL VATICANO
El drama de los miles de refugiados en Togo se convirtió en uno de los argumentos de la audiencia que concedió Benedicto XVI recibió al presidente de esa República, Faure Essozimna Gnassingbé.
Hijo de Etienne Gnassingbé Eyadema, quien fue presidente del pequeño país africano, Gnassingbé está a la cabeza de Togo desde el 24 de abril de 2005.
Tras ser recibido por Benedicto XVI, el presidente mantuvo un encuentro con el secretario de Estado, el cardenal Tarcisio Bertone, acompañado por el arzobispo Dominique Mamberti, secretario para las Relaciones con los Estados.
«Durante los cordiales coloquios, se manifestó complacencia por las buenas relaciones que se dan entre la Santa Sede y Togo y se analizó la contribución de los católicos al progreso integral del pueblo togoleño», explica un comunicado emitido por la Oficina de Información de la Santa Sede.
Se subrayaron, además, «la necesidad de alcanzar la plena reconciliación nacional y la urgencia de atender a los numerosos refugiados y víctimas de las inundaciones del mes de octubre pasado».
Togo tiene 4,2 millones de habitantes, el 33% es animista (religiones tradicionales africanas), el 27,8 % es católico, el 13,7% musulmán suní, y el 9,5% protestante, mientras que el 16% abarca a fieles de otras religiones.
Fuente/Autor: Zenit