“La Biblia se vuelve más y más bella en la medida en que uno la comprende.”

GOETHE
Inmigrantes católicos del Ha Bei han transformado su nueva población, Shang Dong, en cuna de vocacio
01/27/2020
Reforma migratoria, atraviesa por mal momento: NYT
01/27/2020

Mundo Misionero Migrante

Crece éxodo de sudamericanos; huyen de la pobreza y la violencia

27 de enero de 2020

En los últimos meses aumentó la migración de peruanos, colombianos y bolivianos que buscan llegar a Estados Unidos. Los indocumentados restan importancia a la presencia de la Policía de Guatemala y a la Guardia Nacional en las fronteras sur y norte con México.

Lunes 10 de julio de 2006

CAMOJÁ, Guatemala.- La presencia de la Guardia Nacional estadounidense en la frontera con México no detuvo la marcha de Hugo Calderón, un colombiano de Manizales, quien en 15 días recorrió cinco países y gastó más de 4 mil dólares para buscar trabajo en Estados Unidos, al igual que muchos sudamericanos que huyen de la violencia y la pobreza.
A este migrante le faltan más de 2 mil 500 kilómetros para alcanzar la frontera norte de México, pero confía llegar a su destino. “Si Dios quiere voy a estar en Nueva York”, manifestó el colombiano una madrugada bulliciosa y entre el ajetreo de decenas de cuatrimotos adaptadas como taxis -los guatemaltecos las conocen como “run-run”- desplazándose por las calles de este poblado a 15 kilómetros de la frontera con México.

Sin importarles la presencia de las patrullas de la Policía Nacional Civil (PNC) guatemalteca, los migrantes de Centro y Sudamérica descienden de camiones cargados de mercancía y alimentos perecederos que llegan a este poblado del occidental municipio guatemalteco de Huehuetenango.

Los viajeros saben que hace ocho meses el huracán Stan modificó la ruta de la migración clandestina y que ahora son los departamentos de Huehuetenango, Quiché y Petén, donde se concentra la mayoría de quienes buscar ingresar a México para llegar a Estados Unidos.

Ahora la ruta hacia la costa de Chiapas que se utilizaba desde San Marcos, Guatemala, además de ser más peligrosa, ofrece menos oportunidades porque el ferrocarril, principal medio de transporte de los indocumentados, está colapsado.

“Yo estuve en Tecún Uman, pero el guía me dijo que por ahí es muy duro y que para llegar al Distrito Federal hay 24 retenes” de la policía y el Ejército mexicano, dijo el colombiano. Tecún Uman es un poblado guatemalteco fronterizo con la mexicana Ciudad Hidalgo, en el extremo sureste de Chiapas.

La familia quedó atrás

Calderón, de 36 años, dejó en Manizales, capital del departamento de Risaralda, donde trabajaba como taxista, a su esposa, a sus hijos de ocho y 10 años de edad, además de padres y hermanos, agobiado por la falta de empleo y la inseguridad generada por la delincuencia, la guerrilla y los paras, como llaman a los grupos armados de derecha.

“La guerrilla y los paramilitares no dejan trabajar en Colombia. Hay mucha inseguridad”, dice este hombre que en 15 días recorrió, “la mayor parte a pie”, un tramo de la cordillera andina en su país, así como Panamá, Costa Rica, Nicaragua -donde lo asaltaron-, Honduras y Guatemala.

Sin temor

Hugo dice que para su viaje hipoteco su casa en 7 mil dólares (unos 73 mil pesos) y que ya en Honduras se enteró de la decisión del gobierno de George W. Bush de reforzar la vigilancia de su frontera con México con hasta 6 mil efectivos de la Guardia Nacional, pero que eso no lo desanimó. “Ahora es más difícil llegar a España. Se nos está haciendo más fácil Estados Unidos”, asegura.

Según Hugo Calderón, cada vez son más los colombianos que cambiaron la ruta por el Atlántico para llegar a Europa y han optado por cruzar Centroamérica y México hacia Estados Unidos, a pesar del muro y de la presencia de la Guardia Nacional.

Un traficante de ilegales, que pide no ser identificado, coincide con Calderón de que en los últimos meses son más los sudamericanos, principalmente de Perú, Colombia y Bolivia, que van a Estados Unidos.

En Camojá los indocumentados transitan sin temor de ser detenidos por la Policía Nacional Civil para tratar de contactar “un buen guía”, como lo hacen desde hace 15 días seis colombianos y un peruano.

Sin embargo, existe el temor de que se instrumente de pronto un operativo “antiinmigrante”. “Hay mucha policía; es casi seguro que se metan a los hoteles a detener gente. Hay que tomar medidas para cambiar a la gente hoy mismo”, comentó el traficante.

Fuente/Autor: FREDY MARTÍN PÉREZ / CORRESPONSAL/El Universal

Comments are closed.