En una avioneta viajaban tres pasajeros y el piloto, quién les anunció que debido a una falla del motor, era inevitable que se estrellara. Les indicó que había tres paracaídas y que debían lanzarse de inmediato. Los dos primeros, sin esperar, tomaron de inmediato los paracaídas y, llenos de pánico, se lanzaron al vacío; el tercero, un niño scout, recordando que todos los días tenía que hacer una buena acción, fue a la cabina del aparato y le dijo al piloto: – Láncese usted. El piloto le ordenó: – De ningún modo, tú eres pequeño y estás empezando a vivir. Sálvate tú, que yo intentaré salvar la nave. A lo que el niño en forma por demás inocente le aclaró: […]