Se editaron 78 CANTOS para diferentes circunstancias. Búscalos en el MENÚ PRINCIPAL, en la sección de MÚSICA. La perla de más precio yace profundamente escondida. Como un pescador de perlas, alma mía, bucea, bucea profundamente, bucea aún más profundamente, y ¡busca! Tal vez no encontrarás nada la primera vez. Como un pescador de perlas, alma mía. Sin cansarte, insiste, insiste de nuevo, bucea profundamente, cada vez más profundamente, y ¡busca! Los que no conocen el secreto, se burlarán de ti y te sentirás triste por ello. Pero no te desanimes, pescador de perlas, ¡alma mía! La perla de gran precio está ciertamente allí escondida, escondida en lo más hondo. La fe es la que te ayudará a encontrar el tesoro […]

Te invitamos a leer la CARTA y el TEMA (busca en el Menú Principal), y a dejar tu comentario. Cada año, al llegar estas fechas de la Cuaresma, nos ponemos a las puertas de una nueva opción: Cristo Resucitado, el único que da sentido a nuestra vida. Es una nueva oportunidad para retomar nuestra vida cristiana y dejarla en las manos de Dios que a través de Jesús quiere con su Muerte y Resurrección manifestarnos su amor y su compromiso de fidelidad. Es un nuevo caminar en nuestra vida cristiana: a través de la oración, la penitencia, el ayuno y la caridad, tenemos una nueva oportunidad de servir a Dios a través de quien más lo necesita. El problema que […]

Para ti, joven, que sientes caer sobre tus espaldas el futuro de México, Que sientes bullir tu espíritu antes las in justicias y arbitrariedades que nos rodean, Que has vibrado antes el dolor y la pobreza de tantos hermanos, que tienen que irse al Norte y anhelas responder con generosidad a sus llamadas. Para ti, joven, que mas y festejas la vida, como realización del hombre, Que sueñas en construir una sociedad, una cultura, una mentalidad, donde vivir es una tarea y un proyecto, Que vislumbras tu vida como una entrega, como un servicio, como un don. Para ti, joven, que ves en Cristo el triunfo del bien sobre el mal, Que ves en Cristo la síntesis de todos los […]

Preguntó un gran señor a ciertos mendigos a qué hora del día es bueno comer: Uno dijo: “Señor, a las diez”. Otro dijo: “A las once”, y otro que a las doce. Y el más anciano le dijo: “Señor, la perfecta hora de comer es: para el rico cuando tiene ganas y para el pobre cuanto tiene qué”.