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Aprovechan migrantes suspensión de operativos

Cientos de centroamericanos hacen un alto en Oaxaca para seguir hacia EU.

IXTEPEC, Oax.

En la vieja estación ferroviaria de esta ciudad, el hondureño Alexis Silva espera en absoluta libertad el paso del tren: “Duermo en el piso y si el frío aprieta, me subo a un vagón y descanso. Nadie nos molesta”, revela mientras fuma un cigarrillo. “La gente de aquí es buena y nos regala la comida”, agrega.
Como Alexis, cientos de indocumentados centroamericanos llegan a esta ciudad, tras sortear los peligros de su viaje desde la frontera sur, unas veces a pie, otras de aventón. Aquí esperan el tren que los llevará a Veracruz, y de ahí “al norte de México”, en su aventura para alcanzar el territorio estadounidense.

Orgulloso de su proeza, Alexis cuenta: “Durante cuatro días caminé, desde Tapachula hasta Arriaga, Chiapas”, donde tomó el tren que lo dejó en esta ciudad y que lo alejó de su esposa Ingrid, quien se quedó en Tegucigalpa con sus dos hijos. “Mi familia me dio valor para salir de allá, donde la lempira no vale nada”.

Suspenden operativos

Un poco antes de que el huracán Stan golpeara implacablemente los estados de Chiapas y Oaxaca, en septiembre del año pasado, ya se había relajado la vigilancia migratoria con la suspensión de los operativos antimaras, con la participación de militares, agentes de la PGR y el apoyo de preventivos y ministeriales de Oaxaca.

Sin el temor de ser detenido, Alexis está convencido que pronto llegará a Nueva York, donde “me esperan mis dos hermanos que trabajan en una carpintería”. Mientras sueña, el hondureño cuenta que en el trayecto de Arriaga a esta ciudad, “colgado de un tren”, resistió el hambre “con sardina y agua”. Ahora con el proceso electoral y la irrupción del insurgente zapatista Marcos al frente de “La otra campaña”, los indocumentados circulan con libertad por el Istmo de Tehuantepec. “El año pasado hicimos 30 operativos en los trenes y 10 en las carreteras del istmo”, informa el subdelegado del INM de La Ventosa, Jesús Tobilla López.

“No tenemos operativos para detener la migración, pero es por la irregularidad con que pasan los trenes, pero a través de volantas nuestro personal hace su trabajo”, señala el subdelegado estatal del INM, Daniel Camarena Flores, quien admite que las elecciones y el paso del sub Marcos “inciden” en la política migratoria.

El tránsito libre de los ilegales centroamericanos también se incrementó después de los cambios que se registraron en el Centro de Inteligencia y Seguridad Nacional (Cisen) y en el Instituto Nacional de Migración (INM), entre septiembre y noviembre del 2005, revelaron fuentes de la Secretaría de Gobernación.

“Antes de esos cambios existía una coordinación entre todas las corporaciones federales, pero ahora la preocupación de los servicios de inteligencia de la Secretaría de Gobernación es política. En Oaxaca se desintegró el grupo de coordinación”, señalaron las fuentes consultadas.

Aunado a ello, se limitó la participación de la policía preventiva de Oaxaca, que recibió quejas de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, luego que algunos de sus elementos se vieron envueltos en casos de extorsión de ilegales.

Fuente/Autor: Alberto López Morales/El Universal