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Mundo Misionero Migrante

“Nos liberaron con la amenaza de que iban a volver”

27 de enero de 2020

COATZACOALCOS, Ver.

Temeroso, Jefferson, originario de La Unión, El Salvador, viaja acompañado de Dinora, su esposa, con dos meses de embarazo. Obligados por la pobreza, decidieron viajar a Estados Unidos en busca de mejores condiciones de vida, sin saber el vía crucis que habrían de vivir.
“Entramos por Tenosique, Tabasco, y ahí subimos al tren y llegamos a Coatzacoalcos, Veracruz”, resumió Jefferson sobre su accidentado viaje a bordo del tren carguero que los transportó a lo largo de 500 kilómetros entre las entidades citadas.
Sin embargo, aunque el viaje no les fue placentero, en Coatzacoalcos experimentaron un desagradable contacto con Los Maras.
“Nos topamos a unos delincuentes cuando salimos del ferrocarril. Nos rodearon a todos. Al que más distinguimos era a uno que es mudo; él era quien recogía el dinero, y uno delgado, de camiseta blanca, pelón, con tatuajes en el cuello. Se veían drogados”, relató.
Luego de ser capturado, a Jefferson lo separaron del grupo, lo obligaron a subir a una camioneta blanca con vidrios polarizados en la que estaban dos hombres, lo amenazaron para que pagara para liberar a los otros migrantes.
Mientras, los secuestradores mantenían a los otros migrantes apiñados sobre las vías del tren y les pedían los números telefónicos de sus familiares para exigirles un rescate.
“Después llegaron unas patrullas de la policía municipal y de una bajó una mujer oficial, quien luego de platicar con los plagiarios y quitarles las armas, nos liberaron con la amenaza de que en la noche nos iban a sacar del albergue”, agregó Jefferson.
Los trenes vienen rigurosamente vigilados. Jefferson aseguró que algunos de los delincuentes viajan con ellos a bordo del tren desde que salen de Tenosique hasta llegar cerca de la Casa del Migrante, en Coatzacoalcos. “Ellos son los que investigan a los migrantes y después llaman a los otros”, indicó.
Ruta de violencia
Según el arzobispo de Tijuana, Baja California, Rafael Romo Muñoz, responsable de la Dimensión Pastoral de la Movilidad Humana, área del Episcopado Mexicano en defensa del migrante, en los últimos meses el plagio de ilegales centroamericanos se ha incrementado a lo largo de la ruta del tren por Veracruz, en especial, en las ciudades de Medias Aguas, Coatzacoalcos, Tierra Blanca y Orizaba.
El 19 de febrero pasado en Tierra Blanca, 100 kilómetros al sur del puerto de Veracruz, 20 supuestos zetas armados con rifles de asalto y que se desplazaban a bordo de siete camionetas con vidrios polarizados, detuvieron a 40 migrantes que descansaban en las vías del ferrocarril.
El hondureño Rafael Mejía narró que los hombres armados exigieron rescate a los familiares de los migrantes. “Parecía como si fuera operativo de la policía, pero las camionetas no traían ningún logotipo y los hombres vestían de civil”, añadió.

Fuente/Autor: María de Jesús Peters – El Universal

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