“La Biblia se vuelve más y más bella en la medida en que uno la comprende.”

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Editorial

“Valentía y humildad, confianza y apertura para preguntarse qué quiere el Señor.”

27 de enero de 2020

Durante el encuentro de los Jóvenes con el Papa.

Vittorio, de 20 años, pidió al Papa que contara cómo decidió ser sacerdote y que diera consejos para aquellos jóvenes que se plantean la posibilidad de seguir la vida consagrada a Dios.

«Crecí en un mundo muy diferente al de hoy, aunque las cosas se parecen. Por una parte, era algo normal ir a la Iglesia», por otro lado, «estaba el régimen nazi, que profetizaba un mundo sin sacerdotes. Frente a esta cultura antihumana, comprendí que el Evangelio y la fe nos indican el camino justo», confesó.

Cuando era muchacho, reveló, le ayudaron dos elementos. En primer lugar, dijo, «he descubierto la belleza de la liturgia, amándola porque en ella se nos presenta la belleza de Dios y se nos abre el cielo».

En segundo lugar, añadió, «descubrí la belleza de Dios entrando en diálogo con él a través de la teología».

«Obviamente no faltaban las dificultades y me pregunté si lograría vivir durante toda la vida el celibato, consciente de que la teología no era suficiente para ser un buen sacerdote. La teología es bella pero era necesario ser sencillo con los sencillos. El Señor me ayudó con la compañía de buenos sacerdotes amigos».

A los jóvenes que se plantean responder al llamamiento de Dios a la vida consagrada, les recomendó entrar «en amistad con Dios, sin quedarse en los libros, sino viviendo una relación personal para comprender qué es lo que me dice precisamente a mí».

Para esto, aseguró, se requiere «valentía y humildad, confianza y apertura para preguntarse qué quiere el Señor. Es una gran aventura, pero la vida sólo puede vivirse con la confianza en que el Señor no nos deja solos».

Fuente/Autor: Zenit

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