Editorial

Sobre el 2 de Octubre

Ponte al día sobre la situación migratoria en Guatemala y en la Fronteras Sur. Busca en MUNDO MISIONERO-MIGRANTE la información mensual de la Oficina de Derechos Humanos de la Casa del Migrante de Tecún Umán.

Hoy se conmemora un aniversario más de la noche de Tlatelolco de 1968 cuando una manifestación estudiantil terminó en tragedia que aún tiene secuelas, pues en muchos hogares, el dolor, la desesperación, la impotencia continúan al no saber nada sobre el paradero de sus seres queridos. Para otras familias, el dolor de la pérdida de algunos integrantes de su familia, continúa. A todos ellos, les extendemos nuestro apoyo y solidaridad.

La intención de esta reflexión, no es la de señalar culpables, o la de invocar por nuevas razones para hablar de este tema porque hay que reconocer que no somos expertos en esta materia. La idea es resaltar la actitud que motivó a muchos jóvenes a señalar lo que ellos creían que podía ser cambiado. Este espíritu de lucha que los llevó a buscar la forma mejor de poder expresar sus ideales y de manifestarse en lo que creyeron era lo que buscaban para lograr un mundo mejor.

Y no estamos hablando de ideales y sueños pasajeros, o fuera de la realidad; sino de una actitud revolucionaria que los llevó a buscar mejores oportunidades en la vida. No se trata de elogiar la violencia, sino de ver que el deseo por alcanzar sus sueños se vivió no solamente en México sino en muchas partes del mundo como parte de un Movimiento que transformó el mundo de diferentes formas; algunas de ellas ni siquiera pensadas por quienes formaron parte de este movimiento.

Creemos que los anhelos de la juventud por alcanzar mejores condiciones de vida deben hacerse presentes siempre. Hoy sin duda hay muchas razones para no detener estos sueños. Hay muchas estructuras a nuestro alrededor que necesitan ser cambiadas, y que existe en la juventud mucha potencialidad para alcanzar lo que queremos.

Estos anhelos de lograr una vida en plenitud sin duda llevarán a muchos jóvenes y muchas jóvenes a dar lo mejor de sí cada día para alcanzar sus metas. El secreto consiste en no dejarse abatir por la apatía o la falta de interés, el desaliento, el desánimo y tantas cosas que en la actualidad pesan sobre los jóvenes. Vale la pena luchar por nuestros ideales, esto fue lo que la generación del 68 enseñó al mundo, esto los hizo pasar a la historia, esto ha hecho que su lucha siga presente y que el deseo de que se haga justicia continúe. Esto es lo que hoy queremos recordar en nuestra página: el sueño de quienes luchan por transformar el mundo.

(La imagen está tomada de www.jornadasinfronteras.com)

Fuente/Autor: Comité de Redacción – Guadalajara, Jal.