“La Biblia se vuelve más y más bella en la medida en que uno la comprende.”

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Rincón Vocacional

¿QUÉ ES LA VOCACIÓN?

27 de enero de 2020

Como suele suceder, las cosas más importantes de la vida, son difíciles de definir. El concepto de vocación se presta a diversas interpretaciones y por tanto puede provocar confusión. Podemos usar la palabra vocación de diferentes maneras, en diversos niveles. Existen, por ejemplo, escuelas “vocacionales”; se dice que alguien tiene “mucha vocación” para algún oficio o profesión; si un muchacho se sale del seminario “es que no tenía vocación”. Y también hablamos de “vocación matrimonial o religiosa”. ¿De qué estamos hablando?
En realidad, la palabra VOCACIÓN proviene del latín: VOCARE, que significa llamado. Sentir una vocación equivale a decir que alguien me está llamando. De otra manera no tiene sentido.

ALGUIEN LLAMA

Debemos poner en claro antes que nada, que es Dios quien llama. Iluminados por la fe y experiencia enorme de la Iglesia, sabemos ciertamente que toda vocación viene de Dios. El uso de dicha palabra en otro contexto, es abusivo o equivocado. Aclaremos los puntos.

EL PRIMER LLAMADO

Dios Creador nos llama del no-ser a la existencia. Nosotros no nos damos la vida solos: la recibimos gratuitamente. Dios, por medio de los padres, va llamando a la vida a los seres humanos. No somos el resultado casual e intrascendente de un proceso biológico ciego, sino que Dios asocia en su obra creadora a causas segundas, en este caso los padres. En la formación de una familia, los padres son co-creadores con Dios.
Tener un hijo es la respuesta al deseo de Dios expresado bellísimamente en el libro del Génesis con las palabra divinas: “Creced y multiplicaos, henchid la tierra” (Gén. 1,28).
No importa la mucha o poca conciencia que los esposos tengan del hecho, ellos están de cualquier manera, colaborando con la obra de Dios como causas segundas. Y sabemos por la fe, que el Señor, atento a los actos conyugales, crea personalmente el alma de cada niño concebido. ¡He ahí la grandeza de los actos sexuales! ¡He ahí el respeto absoluto que debemos tener por el niño en cualquier momento de su gestación!

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