Editorial

PROFECIA Y MIGRACION

Es el irrumpir de Dios en nuestra historia, es la contemplación de un plan de Amor que es denuncia, misericordia, anuncio, liberación, comunión. Son categorías que tienen el poder de romper toda lógica, de levantar la resignación y derribar arrogancias.
Profecía es tal vez sencillamente gestarse en la fe… sentirse amenazados de resurrección…

Migrante: golondrinas humanas de nuestro tiempo.

Se trata ya de un pueblo en camino, de una nueva dimensión de nuestro tiempo, donde la soledad del destierro, hace recordar las palabras de un grande exilado, Dante, que escribía: ” ya verás cuán amargo sabe el pan ajeno, y cuan áspero camino es bajar y subir por la escalera de otros.”

“Yo estuve en la cárcel prisionero y vi como caían a mi lado muchos de mis hermanos como si una peste los hubiera arrasado. Si yo estoy vivo es porque Dios así lo dispuso. Salí de mi tierra en busca de algo mejor para mi gente y sigo viéndola sufrir. Sabemos que quizá no regresaremos, porque somos “el lobo de Gubbio que no quiere regresar”

Cuando lo enter¬ramos pusi¬mos sobre su cruz un letrero que decí¬a: “la vida de un refugia¬do vale menos que un mango.”

Nos quitamos los zapatos, dejando que los pies se llenen de polvo en ese caminar hacia cielos nuevos y tierra nueva.

Empujan más y más al refugiado por una baja¬da que puede ser sin retor¬no.

Hemos entrado en una fase histórica donde los enfoques religiosos, políti¬cos, ideológicos y ra¬ciales se absoluti¬zan, apa¬gando así la fiesta de poder ser “otro” y de expresar¬se como “otro” en la celebr¬ación de la multi¬for¬midad de Dios y del hombre crea¬do a su imagen y semej¬anza.

Otra vez más la contemplación de este mun¬do maravi¬lloso que es Amèrica latina no tuvo ni el tiem¬po de son¬reír.

Y pen¬saba en mi men¬te que la polí¬tica es tan solo el rega¬teo de una verdad que sí em¬pieza en la historia, para reali¬zarse más allá del tiempo y de toda demo¬cracia…
aquí vivi¬mos tan solo su crepúsculo.

La tierra es nuestra madre que da a luz, que pare; ella misma es la vida, por eso la amamos y profecía protegemos.

– el indocumentado es hijo de nadie en tierra quemada y lleva el rostro de todos los pobres.

– el refugiado viste el sayal del desterrado, casi leproso de nuestros días.

– piensan que me matan…pero flor estrangulada son semillas desparramadas.

– hasta mañana en la Eucaristía…sino en la Casa del Padre.

Fuente/Autor: P. Flor