“La Biblia se vuelve más y más bella en la medida en que uno la comprende.”

GOETHE
Momentos alegres #132
01/27/2020
Momentos alegres #136
01/27/2020

Momentos Alegres

Momentos alegres #135

27 de enero de 2020

Dos exploradores que se encontraban en una supuesta isla desierta, y caminando se encuentran con un letrero que dice: “PELIGRO: CANIBALES VEGETARIANOS”. Confundidos los exploradores deciden continuar, en eso se encuentran con un hombre que todo ensangrentado les dice:
– ¡Corran, corran!
A lo que los exploradores preguntan:
– ¿Por qué si son caníbales vegetarianos?
Y el hombre responde:
– ¡Sí, son caníbales vegetarianos, se comen la palma de las manos y la planta de los pies!

Están juzgando a un hombre por asesinato múltiple:
Habla el fiscal:
– Vean, señores del jurado, a este hombre frío y cruel que asesinó a su esposa, a sus hermanos y a sus padres. Pido para él la pena máxima.
A continuación habla el abogado defensor:
– Señoras y señores del jurado, les pido que tengan clemencia para este pobre huerfanito.

-¿Por qué estás preso?
-¡Me agarraron en un asalto a un banco! Porque mi compinche le hizo caso a un cartelito
-¿Qué decía?
– Cuente el dinero antes de retirarse de la ventanilla.

Un hombrre va a un abogado.
– Y usted ¿cuánto cobra por una consulta rápida ?
– 5.000 psos por tres preguntas.
– Vaya, ¿es un poco caro, no ?
– Sí … y dígame, ¿cuál es su tercera pregunta ?

Un borracho saca un fósforo y lo intenta encender pero no puede y lo arroja; agarra otro y hace lo mismo pero tampoco; al tercer fósforo lo logra encenderlo, pero lo apaga y dice: Hip hip, mejor lo guardo que es de los buenos.

En una ocasión había muchas personas reunidas en una casa y pasó por aquel lugar un conocido de la familia y preguntó…
– ¿Qué pasó compadre?… ¿murió alguien?
– Si, mi burro mató a mi suegra de una patada.
– ¿Y toda esa gente conocía a tu suegra?
– No… ¡Vinieron a comprar el burro!

Había una vez una pareja bailando en una fiesta, cuando de repente a la mujer se le escapa un peito. Muerta de vergüenza le dice al caballero:
¡Perdóneme gentil hombre, pero que esto quede entre nosotros!
Pero el hombre agitando las manos dijo:
¡NO, QUE CIRCULE, QUE CIRCULE!
Era un hombre tan pequeño que se subió encima de una canica y dijo:
¡El mundo es mío!

Había una mujer tan, tan gorda, que para darle el abrazo de año nuevo tenían que empezar desde septiembre.

Había un lugar tan, pero tan seco, que las vacas daban leche en polvo.

Había una vez un ratero, tan, pero tan tonto que cuando robaba una tienda, se llevaba los maniquíes para no dejar testigos.

Había una vez un hombre tan pequeño, tan pequeño, que en vez de viajar en metro, viajaba en centímetro.

Había una vez un perro tan inteligente, tan inteligente, que cuando le gritaban:
!Ataque!, el perro se tiraba al piso y le daban convulsiones.

Había una vez un tomate con una lechuga cruzando la calle, cuando aparece un camión que atropella a la lechuga. Cuando el tomate la fue a ver al hospital, el doctor le dijo al tomate:
– Lamento comunicarle que su amiga la lechuga ha quedado en estado vegetal.

Era un hombre tan viejo, pero tan viejo que vio el arcoiris en blanco y negro.
Erase una vez un hombre tan tacaño, pero tan tacaño, que cuando veía la misa los domingos por la televisión, la apagaba cuando llegaba el momento de las ofrendas.

Había un hombre tan, tan, pero tan, que se creía campana.

Había una vez un señor, tan, pero tan tan tonto, que ponía el diario en el refrigerador para leer noticias frescas.

Había una vez, un tipo tan feo, pero tan feo, pero tan feo, pero tan feo, que con su cara hacía llorar hasta una cebolla.

Había una vez una señora que tenía un ataque de risa, y un ataque de risa, y un ataque de risa. Un día la señora se murió e inmediatamente fue traslada para hacerle la autopsia, ¡y no dieron con el chiste!

Había una vez una mujer tan delgada que se comió una lata de frijoles, y parecía un rosario.

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