“La Biblia se vuelve más y más bella en la medida en que uno la comprende.”

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Editorial

Mayo es el mes de Nuestra Madre María

07 de mayo de 2021

¡Hola Jóvenes Sin Fronteras!

Mayo es el mes de Nuestra Madre María

MAYO: EL MES DE MARÍA, DE LAS PROMESAS DE DIOS CUMPLIDAS

 

María nos evoca que, para ser una capacidad verdaderamente humana, el natalicio es y debe ser una realidad de gracia. No es sólo una facultad reiterativa indefinidamente en reacción a las destrucciones inevitables de la historia, la materia y la corrupción humana. La “natalidad” surge de la vida divina que hay en nosotros y que nos “hace nacer” constantemente a la nueva vida de la gracia. Esa “natalidad” también tiene un rostro: es precisamente el modo en que Cristo cobra vida en nosotros sin disminuir nuestra propia singularidad. Redimidos en Cristo, llegamos a nuestra plenitud, llegamos a ser lo que somos, aquello para lo que Dios nos ha creado. Nos volvemos translúcidos para Él en este mundo, como María: En otras palabras, mayo es el mes en el que, con María, celebramos la obra de la gracia en nosotros y en el mundo. A través de María y en ella vemos cumplida la verdad de las promesas de Dios.[…]

Propongo que consideremos el modo como la fe cristiana vuelve constantemente a contemplar a María de Nazaret, la Madre de Dios. En ella [podemos] ver tanto el escándalo como la originalidad de la vida y la realidad cristianas. Es la visión de un Dios encarnado, constantemente activo en su autodonación amorosa y salvadora; un Dios personal que nos llama a una relación libre con él, y sólo en esa vinculación se realiza plenamente nuestra libertad. Y así llegamos a la inversión del Reino, celebrada en el Magnificat de María: donde el “sí” no es un acto de sometimiento o sumisión, sino una autodonación de servicio amoroso que vive en la trascendencia de la propia autodonación de Dios; es la forma en que elegimos vivir más allá de nosotros mismos, no para nosotros, “sino para él”. En este sentido, María es también un escollo para todos los secularismos ateos y sus valores, que a veces pueden colarse incluso en la vida y el pensamiento cristianos. María, que siempre nos introduce en la vida de su Hijo, también nos mantiene abiertos al misterio que es la redención y la santificación de Dios en el orden humano y creado. Así podemos descubrir el comienzo siempre nuevo, la natividad del Espíritu que nos permite anunciar nuestro Magnificat no sólo en mayo, sino en todo mes y año.

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