El cardenal Quezada portavoz de las preocupaciones por la pobreza.
CIUDAD DE GUATEMALA
Tres temas han centrado la atención de la Iglesia de Guatemala en los días previos a la toma de posesión del nuevo presidente Álvaro Colom que juró ayer su cargo. Uno es la necesidad de frenar los efectos nocivos que están teniendo para el país las explotaciones mineras con poco control. Los otros son la justicia y la pobreza.
El presidente Colom, en su discurso de toma de posesión, rodeado de numerosos mandatarios del continente americano y del heredero a la corona de España, el príncipe Felipe, afirmó que en su mandato se realizará una transición hacia un Gobierno con «responsabilidad económica» y encaminado a la «reducción de la pobreza».
El cardenal Rodolfo Quezada Toruño, arzobispo de Guatemala, en su primera homilía de 2008, el pasado 1 de enero, en la catedral metropolitana, se refirió tanto al tema de la minería como a la importancia de la solidaridad y la justicia.
«Quiera Dios que el próximo Gobierno se preocupe por crear un ambiente de justicia y solidaridad, y ayude a los más pobres», dijo el cardenal Quezada al desear un feliz año a los presentes.
En su homilía, y en su posterior conversación con la prensa el purpurado guatemalteco recordó las bellezas naturales que tiene el país y que es preciso conservar.
Numerosas voces en Guatemala vienen pidiendo que se haga un control de las actividades de explotación minera por medio de una ley que regule el sector. Yuri Melini, director del Centro de Acción Legal Ambiental, ha declarado que en los cuatro años del Gobierno anterior se insistió en la necesidad de modificar la Ley de Minería.
Según estas fuentes, la legislación existente se lleva los beneficios fuera del país y casi no redunda en un progreso para los guatemaltecos. «Debe hacerse una readecuación con la realidad económica del país. Una minería justa podría otorgar entre 6 y 7% de regalías al país», añadió Melini.
El cardenal Quezada manifestó que el futuro del país está en el turismo y no en la minería a cielo abierto. «Con los obispos hemos visto que no es conveniente para el país la minería. En otros lugares donde hay mineras las regalías que recibe el Estado son hasta del 49%, pero en Guatemala son del 1%», manifestó.
Durante la misa, el cardenal arzobispo de Guatemala también hizo referencia a los acuerdos de paz, por celebrarse el día de la paz mundial. Señaló que deben retomarse los compromisos adquiridos, sobre todo en lo referente a los pueblos indígenas.
El presidente Colom accede al Gobierno en un país con una situación cercana a la impunidad por la cual la mayoría de los delitos graves no llegan ante los tribunales de justicia. Un estado de cosas que ha sido denunciado por la Iglesia de Guatemala en repetidas ocasiones y también por la del país vecino El Salvador.
El obispo auxiliar de San Salvador, Gregorio Rosa Chávez, aseguró el pasado 6 de enero que existe desconfianza en las instituciones de justicia que investigan el asesinato de tres diputados salvadoreños y su chofer en Guatemala.
El prelado afirmó, en una conferencia de prensa, tras celebrar la misa dominical en la catedral, que con los nuevos avances en las investigaciones «vuelve al tapete un tema crucial para el futuro de la democracia en nuestros países: la confianza en las instituciones, en este caso las encargadas de velar por la seguridad ciudadana y por la administración de la justicia».
Afirmó que «no hay confianza en las instituciones», al tiempo que preguntó: «¿cuántos confían de la Policía en ambos países, cuántos confían en la fiscalía, cuántos confían en los encargados de investigar?».
Monseñor Rosa Chávez indicó que «es muy doloroso» que no se perciba confianza en la justicia «porque si no tenemos credibilidad, sino tenemos confianza en instituciones que nos tienen que cuidar no vamos a ninguna parte».
Agregó que «la Iglesia pidió desde el principio, cuando este caso lamentable sucedió, toda la verdad», pero que «hablando con los obispos de Guatemala ellos comparten que no hay credibilidad, no hay confianza en las instituciones».
El obispo salvadoreño solicitó que en ambos países se logren «instituciones que merezcan credibilidad y que lleguemos a la verdad, la que sea».
Fuente/Autor: Zenit