Editorial

Homilia de Clausura del CONAJUM 2009

Homilía del Sr. Obispo Ricardo Watty Urquidi

Domingo 26 de julio de 2009

Muy queridos hermanos míos Obispos que hemos disfrutado este Congreso Juvenil Misionero, nosotros que hacemos la presencia de Jesús Buen Pastor. Queridas hermanas y hermanos consagrados, muchachas y muchachos que han vibrado en el corazón de Cristo joven.

La Palabra de Dios que hemos escuchado es oportuna y es seguridad de la presencia de Cristo en nosotros, grita con el salmista, que todos los pueblos contemplen y transmitan tu bondad, la contemplamos ahora en el clima y en la presencia de Dios que ha estado con nosotros.

En la Primera Lectura escuchamos el deseo eterno de Dios para estar con Él, pero somos nosotros quienes no quisimos quedarnos con Él, así es como permanecemos en los desordenes de la vida y de la sociedad. Zacarías dice que ese pueblo elegido será quien guíe hacia el único Dios verdadero, pero necesitamos de ese pueblo nos lleve a Jerusalén, tomaran del borde del manto a un judío y dirán, queremos ir contigo, pues hemos oído decir que Dios está con ustedes, ese Dios al que se puede orar y pedir su protección.

Esa situación fue en ese entonces, en ese pueblo, antes de que llegara la plenitud y la promesa, tanto amó Dios al mundo, que envió a Jesús su único Hijo para salvarnos. Tanto nos ama Dios y el mundo actual permanece en tinieblas, es Jesús quien nace, vive y muere por nosotros, para darnos su amor salvífico, Él necesita de nosotros para amarlo, para experimentar a Dios en Jesucristo, por el Espíritu Santo enviado en Pentecostés. Ese amor nos tiene aquí, y es quien puede sacarnos de nuestras miserias y tentaciones, centrarnos a Él y llevarlo a los demás.

En el evangelio descubrimos a ese judío que nance y muere en Jerusalén, el es el único que nos puede llevar al Padre, tocar su boca, manos, mente, su interés de salvar al mundo entero, es Jesús en el evangelio quien se presenta para decirnos “vayan y prediquen al mundo y prediquen a toda creatura”.

Que cortos nos hemos quedado para anunciar la misión que Jesús nos da. Aquí en México somos muchos los bautizados, y Dios quien nos ha dado la vida, quien quiere que permanezcamos en Él. Dios quiere que nos quedemos con él, yo he escuchado de Jesús que dice “vayan por todo el mundo a predicar a Cristo a toda creatura”. Desde México también necesitamos predicar, dejar de ser simples bautizados, desde Aparecida, los Obispos decimos, hemos bautizado pero no evangelizado.

No hemos ayudado a los jóvenes a encontrarse con un Jesucristo vivo, que nos enamoremos de Él. Eso es ser misionero, no solo quedarnos con Jesús, sino ir, como María en la cruz a los demás, como Iglesia en la cruz de Cristo, que es para dar y darse por Cristo.

Ustedes se dan cuenta de jóvenes que están en el desconcierto, que se dejan llevar por distracciones, están perturbados y se les limita en su desarrollo de vida. En Aparecida, los Obispos reiteramos la opción por los jóvenes. Aun nos quedamos limitados por ustedes, ayúdennos a sus Pastores a optar por los jóvenes como en Aparecida, para ayudarles a ustedes a ser discípulos de Jesús, para que lo escuchen y se enamoren. Se lleven a Jesús, especialmente para sus amigos. Ellos necesitan de Jesús joven; jóvenes evangelizadores de los jóvenes, eso queremos los Obispos.

Necesitamos un nuevo Pentecostés. Esto debe ser un nuevo Pentecostés, que el Espíritu Santo transforme nuestro corazón y mente, para salir al encuentro de las personas, familias, comunidades y pueblo, para comunicarles y compartirles el don del encuentro con Jesucristo. Que aquello que dijimos en Aparecida sea hoy un nuevo Pentecostés.

Salir de Tepic para favorecer el encuentro con Jesús vivo, en sus trabajos, familias, escuela; el es el amigo, así nos llama Jesús, amigos, porque Él nos da a experimentar el amor del Padre.

Que los frutos del Espíritu Santo se a ir y dar y amar a Jesús en su persona como aquellos primeros discípulos. Ahora les llama y envía a salir y ayudar a que muchos más se encuentren con Jesús.

“Jóvenes con Cristo, misioneros para el mundo”.

Manténganse firmes, en oración y amistad de Jesús, así los necesita Jesús: misioneros.

María les acompañe para ser eso, misioneros de Cristo para el mundo.

Fuente/Autor: prensa del conajun