“La Biblia se vuelve más y más bella en la medida en que uno la comprende.”

GOETHE
Señor Jesús, tú que eres el camino
01/27/2020
Oración
01/27/2020

Rincón Vocacional

ENTREVISTA AL PADRE ALEJANDRO CIFUENTES FLORES

27 de enero de 2020

1. Preséntate:

Mi nombre es Alejandro Cifuentes Flores, soy hijo de José Ascención Cifuentes y de Maria Guadalupe Flores, tengo 28 años. Mi familia vive en El Salto, Jal., lugar en el que crecí y estudié hasta completar la preparatoria. Fui ordenado sacerdote en este mismo lugar en febrero de este año 2007, y actualmente trabajo como misionero en Brasil.

2. ¿Cuál fue tu proceso vocacional?
Mi camino como consagradocon los Misioneros de San Carlos inició hace un poco más de diez años, cuando estaba terminando la preparatoria. Fui invitado por un compañero de clases a participar en una Convivencia de Pascua en el Seminario de Guadalajara. Ahí conocí al padre Román y a algunos seminaristas que estaban ayudando. Había hecho planes de estudiar Derecho, pero al conocer la propuesta misionera sentí que quería algo diferente en mi vida. Inicié un rápido acompañamiento y 3 meses después, durante el preseminario de 1997 hacía mi carta de petición para ingresar a la Congregación. Realicé mi Año Introductorio en México, D.F.. Al terminar surgió la propuesta de permanecer ahí y estudiar la filosofía en la UIC (Universidad Intecontinental). Después de esos cuatro años fui para Tapachula, donde tuve un encuentro más prolongado con la realidad migratoria; la experiencia fue marcante para definir en mí la entrega a la misión scalabriniana. Después del año de noviciado en Purépero, Mich. fui destinado a estudiar la Teología en San Pablo, Brasil. Al terminar, con la llegada de la ordenación fui destinado de nueva cuenta al Brasil para trabajar ahí en la misión. Hice mis votos en perpetuo en julio de 2006 y en febrero de este año fui ordenado sacerdote.

El tiempo parece mucho, pero en casi diez años de camino sentí la oportunidad de madurar mi opción, acreditando que en todo momento era Dios quien me abría puertas para continuar, y que era en el camino dónde podía cada vez más convencerme de que era llamado para la vida religiosa y sacerdotal.

3. Experiencia en Brasil
La primera vez que vine a Brasil fue en enero de 2003. En aquella época venía a estudiar. La experiencia fue muy buena. El desafío de aprender una lengua nueva y de conocer una cultura diferente a la mía hizo de la experiencia una cosa única, difícil de explicar. Todavía como estudiante, tuve la oportunidad de trabajar con comunidades formadas por migrantes internos, es decir, con brasileños, generalmente campesinos, venidos de pequeñas ciudades de otros estados para San Pablo. Esta experiencia me hizo conocer más de cerca el rostro de nuestras misiones en Brasil. En los últimos años trabajé con hispanos venidos de países vecinos que se congregan en nuestras parroquias pluriétnicas.

Actualmente, en mi primera destinación como misionero ya ordenado, estoy trabajando en Minas Gerais, un estado que está al norte de San Pablo. Los primeros meses como padre en esta región me marcaron, pues he conocido la realidad que Brasil sufre con la migración temporal en las haciendas de café.

Otro padre y yo visitamos los albergues de migrantes y tratamos de sensibilizar a la iglesia local de recibir a todo ese pueblo que viene de fuera. Estamos, también, mostrando a la juventud el fenômeno migratório, con la intensión de encontrar valientes que se animen a trabajar con los brasileños, que son muchos, radicados en el extranjero.

4. Mensaje para los JSF
Estoy convencido que Dios creó un plan para cada uno de nosotros. Ese plan, sin duda, nos llevará a la felicidad. El desafío que nosotros tenemos es el de estar bien atentos para descubrir qué es lo que Dios quiere de nosotros. No seamos egoístas e insensibles a los señales de Dios. ¡Muchachos!, hay muchos hermanos nuestros que esperan por nosotros. Si existe una inquietud en ti por la vida misionera, no dejes que se apague, porque talvez sea ese el primer señal de que Dios te quiere para Él en el servicio a los hermanos migrantes. No te equivoques huyendo de una aventura que exige respuestas concretas. Que Dios nos ilumine a todos… ¡¡¡Cristo cuenta con nuestras respuestas!!! ¡¡¡Hasta la vista!!!

Fuente/Autor: La Redacción

Comments are closed.