Editorial

Al Padre Pedro con Cariño

Anoche, 04 de Septiembre, el Señor llamó a su casa a uno de nuestros sacerdotes: el Padre Pedro Corbellini, cs. Un pionero de nuestra congregación, un gran sacerdote, profesor, historiador, teólogo, un hombre sabio, y con un gran ejemplo de vida. Su disponibilidad, entrega, sacrificio y vida de oración fueron una gran motivación para quienes tuvimos la enorme dicha de conocerlo, y sobre todo, de enamorarnos de este ministerio por su testimonio de vida.

Siempre con una sonrisa a flor de piel, con esa dulzura en la mirada, que invitaban a acercarse a él y a aprender de sus conocimientos. La enseñanza era lo suyo. Aún caminando por los pasillos del seminario, encontrarse con él significaba un momento de oro para aprender de su sabiduría.

Su forma de hablar pausada, denotaba la reflexión previa al momento de hablar. La imagen grabada en mi mente y en mi corazón, es la del Padre Pedro siempre rezando en el claustro del seminario, o leyendo en su cuarto. Su claridad para expresar las ideas teológicas y filosóficas era sorprendente, y al mismo tiempo para contar con alegría y sazón sus experiencias en el ministerio.

¡Cuántas cosas aprendí de él! Su cercanía en el primer año de mi sacerdocio me ayudó a entender muchas cosas. Su energía fue la inspiración para salir a “trabajar” con entusiasmo y alegría. Sus enseñanzas me ayudaron a entregarme con disposición a este ministerio. Hoy me quedo con la tristeza de saber que se fue un amigo y un maestro; pero al mismo tiempo me quedo con la alegría de saber que ahora ya está al lado del Buen Dios a quien se dedicó a servir en 68 años de ministerio sacerdotal. Padre Pedro, que tu ejemplo de vida nos siga motivando a abrir nuestro corazón al llamado de Dios y a vivir como tú viviste: Sin Fronteras.

Fuente/Autor: Padre Chan