§ Si te encuentras con alguien que no piensa como tú, no es que sea un estúpido, es que es otro.
§ Si te encuentras con alguien que no viste como tú, no es que sea un notas, es que es otro.
§ Si te encuentras con alguien que no reza a tu mismo Dios, no es que sea un diablo, es que es otro.
§ Si te encuentras con alguien que no está a tu misma altura, no es que sea un pobrecico, es que es otro.
§ Si te encuentras con alguien que no sabe lo mismo que tú, no es que sea un ignorante, es que es otro.
§ Si te encuentras con alguien que no tiene tus mismos gustos, no es que sea un poco rarillo, es que es otro.
§ Si te encuentras con alguien que no toma tus mismas decisiones, no es que sea un metepatas, es que es otro.
§ Si te encuentras con alguien que no camina en tu misma dirección, no es que esté perdido, es que es otro.
§ Si te encuentras con alguien que no tiene tantas oportunidades como tú, no es que se lo tenga merecido, es que es otro.
§ Y si te encuentras algún día con el otro, verás que no es para tanto y, como mínimo, acabáis tomando un café.
¿Quién y cómo es el otro en la pastoral? ¿Quién y cómo es el otro en la educación? ¿Quién y como es el otro entre los agentes de pastoral o entre los educadores? No cabe de que entre unos y otros podemos llegar a ser nosotros. Y todo nos irá mejor.
Fuente/Autor: José María Escudero – Misión joven