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Editorial

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27 de enero de 2020

Agreden a migrantes el Ejército y federales

A punta de balazos entraron, en un operativo, al campamento donde permanecen los centroamericanos varados; uno resultó herido en un pie .

FAISÁN VÍA, Tab.— Con ráfagas de fusiles y balazos dispersos, efectivos del Ejército y federales ingresaron en la madrugada del jueves en uno de los campamentos de migrantes ilegales centroamericanos varados en Tenosique al dejar de operar el tren que los transportaba al norte del país, denunciaron defensores de derechos humanos.
Según el presidente de la Comisión Ciudadana de Derechos Humanos de Tenosique (CCDHT), Fredy Flores Macías, una persona fue herida en un pie y dos estuvieron a punto de ahogarse, además de que fueron detenidos 50 indocumentados y medio centenar más logró huir a través de cercas de alambre, así como de la espesa vegetación o nadando por la laguna de Polevá.

El “operativo” fue el segundo realizado en Tenosique en los últimos cuatro días por el Ejército y la PFP, con apoyo de personal del Instituto Nacional de Migración (INM), contra ilegales que desde el 27 de julio pasado se han concentrado en zonas aledañas a las vías del ferrocarril Chiapas-Mayab que la estadounidense Genesse & Wyoming dejó de operar.

Flores Macías y fray Juan Pablo Chávez denunciaron que las fuerzas federales no sólo destruyeron las improvisadas tiendas de campaña de los migrantes, sino también sus pertenencias, además de introducirse en las casas aledañas de la comunidad de Faisán Vía, cuyos habitantes proporcionan comida y ayuda a los ilegales.

Evangelio Sánchez Marín, Ángel Zurita, José Martínez y Pedro López, entre otros vecinos, dijeron que los soldados y agentes allanaron sus viviendas, los golpearon y amedrentaron con el pretexto de buscar ilegales.

Pedro López narró que los agentes intentaron detenerlo, pero se olvidaron de ello cuando policías comenzaron a disparar y les ordenaron tirarse al suelo. A José Martínez lo levantaron de su cama, lo pusieron contra la pared con las manos arriba, le dieron un culetazo en la espalda, lo tiraron al piso y un agente le puso las rodillas en el cuello.

José Zurita denunció que reparaba el techo de su vivienda cuando se produjo una ráfaga de disparos.

Fuente/Autor: Roberto Barbosa – El Gráfico

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