Editorial

¿Quién si no tú, mamá?

“¡Hola Papá Dios, Hola Mamá del Cielo!” Con este saludo, mi sobrino, comienza sus oraciones sea por la mañana, o sea por la noche. Para nosotros en casa se volvió común escuchar el nombre de Mamá del Cielo para la Virgen María, y al ver la relación entre mi sobrino y mi hermana, uno se da cuenta por qué es tan importante para él referirse a la Virgen como la Mamá del Cielo.

La relación que podemos establecer con la mamá es tan importante, que marca nuestra vida; por otro lado, en este caminar como sacerdote, me duele mucho ver jóvenes que no han logrado una buena relación con la mamá y viven en medio de muchos resentimientos.

Sin embargo, es cierto que en nuestra experiencia la mamá aparece como una imagen que va dando pautas en nuestra vida y que de alguna forma nos hace ser lo que somos. ¿Quién si no tú mamá? La que has estado en nuestros momentos de angustia, de alegría, de miedo, de frustración.

¿Quién si no tú mamá? Merecería nuestras atenciones, nuestro cariño y nuestra entrega desinteresada. ¿Quién si no tú mamá? Nos daría la confianza de ser mejores, de vivir mejor, de amar, de soñar y de ser felices. ¿Quién si no tú mamá? Nos ayudaría a entender a Dios en su amor infinito.

Ser mamá no es solamente cuestión biológica, tiene que ver con tu entrega, con tu cariño, con tu amor; tiene que ver con tu fortaleza y entereza para darnos la vida y dejarnos vivir. Ser mamá es reflejo de una vocación que se asume, se ama y se vive.

¿Quién si no tú mamá? Merece nuestro reconocimiento y admiración en este mes dedicado a ti. ¡Gracias Mamás!

Fuente/Autor: Padre Chan