Sacerdote católico salvadoreño, cuarto arzobispo metropolitano de San Salvador (1977-1980).
Él se volvió célebre por su predicación en defensa de los derechos humanos y murió asesinado, mientras celebraba la misa el 24 de marzo de 1980.
Como arzobispo, denunció en sus homilías dominicales numerosas violaciones de los derechos humanos y manifestó públicamente su solidaridad hacia las víctimas de la violencia política de su país.
Su asesinato provocó la protesta internacional en demanda del respeto a los derechos humanos en El Salvador.
Dentro de la Iglesia Católica se le consideró un obispo que defendía la opción preferencial por los pobres. En una de sus homilías, Monseñor Romero afirmó: La misión de la Iglesia es identificarse con los pobres, así la Iglesia encuentra su salvación. (11 de noviembre de 1977)
En 1994, una causa para su canonización fue abierta por su sucesor Arturo Rivera y Damas; Monseñor Romero recibió el título de Siervo de Dios. El proceso de canonización continúa.
En Latinoamérica muchos se refieren a él como San Romero de América.
Fuera de la Iglesia Católica, Romero es honrado por otras denominaciones religiosas de la cristiandad, incluyendo a la Comunión Anglicana. Él es uno de los diez mártires del siglo XX representados en las estatuas de la Abadía de Westminster, en Londres.