Es a Cristo
a quien buscan,
cuando sueñan la felicidad;
es él quien los espera,
cuando no les satisface nada de lo que encuentran;
es él la belleza
que tanto
los atrae;
es él quien los provoca con esa
sed de radicalidad,
que no les permite
caer en el conformismo;
es él quien los impulsa
a dejar las máscaras,
que falsean la vida;
es él quien les lee en el corazón las decisiones más auténticas,
que otros querrían sofocar.
Es Jesús el que suscita en ustedes el deseo de hacer de su vida algo grande,
la voluntad de seguir un ideal,
sin dejarse atrapar por la mediocridad,
la valentía de comprometerse con humildad y perseverancia
para mejorarse a ustedes mismos y a la sociedad,
haciéndola más humana y fraterna.
Es Él CRISTO”.
Fuente/Autor: Juan Pablo II