“Confiándole a un Prelado indiano las reflexiones del Vía Crucis del viernes Santo, el Papa expresa su cercanía a los cristianos perseguidos en India”, afirma el arzobispo Thomas Menamparampil
Guwahati, India
Elegir a un Arzobispo indiano para escribir las meditaciones del Vía Crucis que el Papa celebrará el viernes Santo tiene un alto valor simbólico: expresa “la cercanía del Santo Padre a la comunidad cristiana en India, víctima de agresiones por único motivo de profesar la fe en Cristo, y todavía presa de la tensión y el miedo”. Es cuánto afirma Su Exc. Mons. Thomas Menamparampil, Arzobispo de Guwahati (India Nororiental), llamado por la Santa Sede a elaborar las meditaciones de las estaciones del Via Crucis que el Papa Benedicto XVI celebrará en Roma, en el Coliseo, el próximo viernes Santo.
Me he dedicado a la reflexión personal para llevar a cabo este encargo tan precioso en unos dos meses, mientras desarrollaba los intensas actividades de evangelización y formación en el territorio de la diócesis y fuera”, cuenta el arzobispo. no ha sido fácil. A menudo me encontraba en aldeas aisladas, sin estructuras y sin corriente eléctrica. A veces he escrito notas en unas hojas, durante la noche. He intentando sumergirme en la persona de Jesús y, mientras viajaba a causa del trabajo pastoral, he palpado personalmente la agonía de la humanidad de hoy, viendo tantas personas sufrir por enfermedades, hambre, miseria”.
Contando su trabajo, Mons. Menamparampil explica: “En estos tiempos tan difíciles, ha tratado de dejarme conducir por la Esperanza: a pesar de las trágicas situaciones que encontramos, como cristianos estamos llamados a compartir la Esperanza con los débiles y los que sufren. Ésta es nuestra misión”.
Además he buscado – continúa el Prelado – ver el problema del mal, que es parte del combate espiritual de todo cristiano, yo mismo incluido. He tratado de dar respuesta a la pregunta: ¿por qué sufren los inocentes? Y he dirigido la mirada a la Cruz, al Cristo inocente que sufrió por nosotros.”
Además, metiendo de lleno en el Camino de la Cruz en su contexto local-nacional, el arzobispo ha tratado de conjugar, en una obra de “inculturación”, elementos de la cultura indiana y la tradición cristiana: ha utilizado, por ejemplo, el concepto de ahimsa, que es mucho más profundo de la “no-violencia”, y que expresa plenamente el modo como Cristo afrontó y sufrió su Pasión, con serenidad y fuerza de ánimo. En las meditaciones hay otros conceptos de la cultura indiana, ligados a la contemplación, al silencio, a la profundidad espiritual, al espíritu de renuncia y sacrificio. Uno de los valores subrayados es el de la armonía, que expresa el “convivencia de las diferencias, recordando la presencia de las minorías cristianas en India y en tanto otros países del mundo.
Fuente/Autor: Agencia Fides