“La Biblia se vuelve más y más bella en la medida en que uno la comprende.”

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Una estrella verde

27 de enero de 2020

Había una vez, en el cielo, millones de estrellas de todos colores: blancas, azules, plateadas, doradas, etc…

Un día fueron con Dios y le dijeron: “Nos gustaría vivir entre los hombres de la tierra”.
Dios las escuchó y les dijo: “Así será, pero se quedarán todas ustedes pequeñitas como son”.
Y aquella noche hubo una linda lluvia de estrellas: unas se anidaron en las torres de las iglesias, otras se fueron a los campos. Hubo estrellas por todos lados, y la Tierra se vio de pronto iluminada.

Pero pasado un tiempo, las estrellas resolvieron regresar al cielo y abandonar a los hombres. La Tierra se quedó entonces oscura y triste.
“¿Por qué volvieron?” – les preguntó Dios.
“Porque es imposible permanecer en la Tierra – contestaron ellas – ya que existe mucha violencia, hambre, dolor, maldad, miserias, desgracia, y muchos males más”.
Dios las miró y les dijo:
“¡Claro! La Tierra es un lugar de paso, nada es eterno allí. Es el lugar donde se vive, se muere, y donde nada es perfecto. Aquí, en el cielo, es el lugar perfecto”:

Sin embargo, Dios las miró, las contó y se dio cuenta que faltaba una; fue entonces cuando preguntó:
“Me está faltando una de ustedes… ¿Acaso se perdió en el camino?”
Uno de sus ángeles, el que llevaba el registro de las estrellas, le dijo:
“No, Señor, no se perdió; ella decidió fijar su morada entre los hombres. Descubrió que su lugar es exactamente donde existe imperfección, donde hay límites, donde las cosas no van bien:::”
Dios preguntó extrañado:
“Pero, ¿qué estrella es?
El ángel miró a Dios y le dijo: “Es la estrella verde, y curiosamente sólo ella es de este color. Es la estrella de la esperanza”.

Dios le dijo al ángel que bajara con un grupo por la estrella. Fueron a la Tierra, pero la estrella ya no estaba ahí. Sin embargo la Tierra estaba iluminada, porque había una estrella verde en el corazón de cada persona, porque el único sentimiento que el hombre tiene y que Dios no tiene es la esperanza.
Dios ya conoce el futuro, y el hombre necesita de la esperanza. Éste es el sentimiento propio de los que fallan, de los que caen, de los que no son perfectos y no saben cómo es el futuro.

¿Qué la estrella verde permanezca siempre en sus corazones!

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