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Mundo Joven

“Es que son terroristas”

27 de enero de 2020

Nunca osaría decir a la UFM que es manipulada por extranjeros.

“No son del casco urbano, son maleantes de las aldeas”. “Están relacionados con narcos que no quieren un destacamento militar”. “Están manipulados por organizaciones extranjeras que se oponen al desarrollo y que serán expulsadas del país”. “Es que son terroristas, remanentes de la guerrilla, que deben ser apresados y sentenciados”. Las primeras tres frases son del presidente Otto Pérez Molina durante la primera semana de mayo. La cuarta es la única que le falta por pronunciar. El exgeneral, que asumió el poder hace 115 días, pasó los últimos 6 años convenciéndonos de que era el general de la paz, un demócrata. Pero uno no sabe cómo es una persona si no es por sus actuaciones en momentos de crisis.

En Huehuetenango hay desde hace años una disputa por una hidroeléctrica. Aunque la energía hídrica es de las más limpias, probablemente se deba al fantasma de las excluyentes y contaminantes minas y a la forma en la que el país ha impuesto un modelo de desarrollo al campo desde que hay memoria.

Sabemos que una parte de las comunidades rechazó, civilizadamente, a la hidroeléctrica. La semana pasada, a tres líderes de las comunidades los atacaron y a uno, Andrés Francisco, lo mataron; ellos acusan a gente de la empresa Hidro Santa Cruz. La respuesta de las comunidades desesperadas fue tomar el destacamento y quemar casas. Los militares actuaron bien y no respondieron a balazos.

¿Qué se esperaría de un gobierno cuyo primer artículo constitucional es que el Estado se organiza para proteger la vida de sus ciudadanos? Que movilizara a 300 policías y 300 soldados para dar con los asesinos de Andrés Francisco. No me extrañaría que fuera responsabilidad de paramilitares de la empresa: la CGN está demandada en Canadá porque sus guardias violaron a mujeres de comunidades que reclaman tierras a la minera. Pero el gobierno de Otto Pérez va con todo contra los campesinos. Con discursos, leyes y soldados. Ni hablar de una mesa de diálogo, investigar un asesinato o una paz que no sea de fusiles.

El doctor Jekyll y Míster Hyde eran terrenales. Por eso no me extraña que adentro del Presidente convivan un demócrata y un autoritario. Pero siempre es más fácil ensañarse con los más débiles, esos que no piensan y “son manipulables”. Él nunca osaría decir a los de la Universidad Marroquín que son manipulados por extranjeros libertarios, a quienes expulsaría del país por ideologizar a la elite y frenar el desarrollo.

Si no quiere que se le recuerde como el que militarizó el país, pues no lo militarice en la resolución de conflictos, como ya lo hace con los patrullajes en las calles y con la inteligencia civil. Si tan alegre que es ser recibido como un demócrata audaz en los foros internacionales.

Fuente/Autor: Martín Rodríguez Pellecer / El Periódico de Guatemala

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