El Partido Republicano perdió 11 puntos porcentuales de electores hispanos con relación al 2002 tras obtener sólo el 26% de votos.
Washington
Miércoles 08 de noviembre de 2006
Los hispanos, que históricamente tienen una afinidad política con el Partido Demócrata, retornaron a esas raíces en las elecciones estadounidenses luego de haber apoyado en las dos últimas votaciones a candidatos más bien conservadores del círculo del presidente George W. Bush.
Encuestas realizadas a la salida de los centros de votación en las elecciones del martes, prácticamente el 75% de votantes hispanos dijo que había apoyado a candidatos demócratas en todos los niveles: federal, estatal y local.
La tendencia contrasta con el apoyo que dieron a los republicanos hace cuatro años, de hasta un 60%, en las elecciones de medio término, y luego en el 2004 en que contribuyeron a la reelección de Bush.
El martes, apenas el 26% de los electores hispanos dijo que apoyó a candidatos del Partido Republicano, que vio así una fuga de ese electorado en más de un 30%, ya que perdió 11 puntos porcentuales con relación al 2002.
“Este ha sido un voto por el cambio”, dijo el senador Robert Menéndez, cuya elección al Senado por Nueva Jersey fue una de las más importantes competencias que involucraron a hispanos en los comicios. “Se ha emitido un voto que pide avanzar hacia una nueva dirección en la economía y la política exterior”.
Menéndez se consolidó así como tercer miembro hispano del Senado. Al presentarse como candidato ya era senador debido a que recibió el cargo en enero de manos de John Corzine, al ser elegido éste gobernador del estado.
Los hispanos tendrán así por lo menos hasta el 2010 un total de tres senadores, por primera vez en la historia del Congreso estadounidense. Completan la lista, el republicano Mel Martínez, de la Florida, y el demócrata Ken Salazar, de Colorado.
Los resultados para la Cámara de Representantes aún no están definidos. Hasta el martes había 22 hispanos, cuatro de ellos republicanos. Se esperaba la victoria de cuando menos dos más en el Partido Demócrata, sin perjuicio del número de republicanos.
El único candidato con victoria definida hasta la mañana del miércoles era Mario Díaz Balart, republicano de la Florida, quien fue reelegido.
En 12 estados hubo candidatos hispanos para puestos federales y otros 26 más para cargos estatales o legislaturas estatales.
Los hispanos, que son la primera minoría, representan menos del 5% del electorado nacional comparado con el 80% de los blancos.
En las encuestas, casi siete de cada 10 votantes hispanos dijo que la inmigración fue un tema importante que los impulsó a participar en las elecciones y votar en favor de los demócratas. Otros dijeron que su primera prioridad era la educación.
La reforma migratoria propuesta por el Senado, que abre la posibilidad de una legalización de una buena parte de los 11 millones de indocumentados que viven en la nación, fue sistemáticamente bloqueada por republicanos en la Cámara de Representantes que buscaban la reelección.
A partir de enero, los republicanos serán minoría en esa cámara.
En la votación hubo algunos incidentes con hispanos. Cuando menos en dos estados, votantes hispanos denunciaron que habían sido amenazados por personas que les llamaron anónimamente para decirles que serían arrestados si participaban en la votación.
Dos de esas denuncias se presentaron en el condado Weld, del noreste de Denver, Colorado, dijo Marcella Salazar, vocera de la candidata demócrata Angie Paccione quien compitió infructuosamente contra la republicana Marilyn Musgrave.
La portavoz del FBI Rene VonderHaar, en Denver, dijo que no había recibido quejas de intimidación de votante alguno; y el portavoz del Partido Republicano, Bryant Adams, calificó las alegaciones demócratas de “totalmente falsas”.
En Virginia, el FBI dijo que estaba investigando informes de votantes de que recibieron llamadas intimidatorias en la campaña entre el senador George Allen y el aspirante demócrata Jim Webb, protagonistas de una de las contiendas más cerradas de la jornada.
Fuente/Autor: AP – El Universal